mié. Jun 18th, 2025

David Casas

Monterrey- El guatemalteco Mario Alejandro Hernández Soto,  buscaba en 2019 el sueño americano pero decidió emprender el “sueño regiomontano” y se convirtió en el primer migrante que en su carácter de refugiado LGBT, fue admitido en. Una universidad local. 

Originario de Guatemala, Alejandro llegó a México en marzo del 2019 con el objetivo de inmigrar a los Estados Unidos de América en búsqueda del “sueño americano”, recuerda. 

Dice soñaba el poder vivir y celebrar su vida libre de prejuicios y discriminación; de estudiar e invertir en su desarrollo personal. Dadas las circunstancias peligrosas 

e inciertas en la frontera norte, Alejandro se vio obligado a quedarse en Monterrey. 

Decidió entonces adoptar a Nuevo León como su nuevo hogar y ahora cambió el escenario en el 

que se desarrolla ese sueño. Su “sueño americano” se convirtió en un “sueño regiomontano”, explica. 

Bajo la nueva reforma del Artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Artículo 3 de la Constitución de Nuevo León, el joven se convirtió en la primera persona en su carácter de refugiado LGBT en ser admitido para estudiar la Licenciatura en Administración con acentuación en Empresas en la Universidad Ciudadana en Nuevo León, destaca Mario Rodríguez Platas, uno de los principios defensores de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ.       

Celebra que el Movimiento por la Igualdad en Nuevo León (MOVINL) exitosamente concluyó las gestiones con la Secretaría de 

Educación del Estado para que Mario Alejandro Hernández Soto sea la primera persona en condición de 

refugiado en ser inscrita para estudiar una licenciatura.

Históricamente las personas LGBTTTIQ+ migrantes han sido victimas de doble discriminación. Cierto es que las identidades y categorías sociales interaccionan en múltiples niveles y por ende nuestros esfuerzos contra la discriminación deben priorizar una perspectiva de interseccionalidad, asume Rodríguez Platas. 

Por su parte, el Movimiento por la Igualdad en Nuevo León estableció el compromiso de mantener el trabajo para asegurar el acceso a la educación libre de prejuicios y discriminación. 

“Creemos firmemente que la educación a todos niveles, incluyendo la educación superior, de calidad, debe ser accesible y asequible para todas las personas sin importar su orientación sexual, identidad de género, expresión de género y estatus migratorio”, menciona Omar Eduardo Solís Sigala, portavoz de la organización. 

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