mié. Feb 5th, 2025


Abel Moreno López
*”No hay mal que dure siete años
ni majes que lo reelijan” Oscar Chávez

A partir de 1933 derivado de la primera asamblea del PNR y luego del proceso legislativo el Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional que prohíbe en definitiva la reelección del presidente de la república…
Sería por lo tanto válido, desde ese año, el refrán que Oscar Chávez creó e incluyó en una de sus célebres canciones. En ese entonces estaba en curso el sexenio 1928-1934, que muchos piensan que fue el primer periodo sexenal en México lo cual es inexacto. También hay quienes piensan incorrectamente que el primer sexenio fue el que ejerció como Presidente el general Lázaro Cárdenas del Río de 1934 a 1940.
En realidad los periodos sexenales fueron instituidos en una reforma constitucional aprobada en mayo de1904, en la que también se restituyó la vieja figura de la vicepresidencia.
Tras las elecciones, ese mismo año dio inicio el que sí fue el primer sexenio en México, fijado del 1 de diciembre de 1904 al 30 de Noviembre de 1910. En las elecciones nominalmente hubo dos candidatos presidenciales, el general Porfirio Díaz que obtuvo el 100 porciento de los votos y el “independiente” don Nicolás de Zúñiga y Miranda. Como vicepresidente resultó electo el señor Ramón Corral Verdugo.
El segundo sexenio mexicano correspondía al periodo entre el 1 de diciembre de 1910 y el 30 de noviembre de 1916. Las elecciones en el año 10 del siglo pasado estuvieron muy agitadas, las campañas políticas muy intensas, catalizadas sin duda por la entrevista que concedió don Porfirio al periodista James Creelman en 1908 donde afirmaba que México ya estaba listo para la democracia y que él vería con buenos ojos que hubiera otra candidatura presidencial. A ello se sumó la aparición del libro de Francisco I. Madero titulado La Sucesión Presidencial en 1910.
Participaron como candidatos a la presidencia Porfirio Díaz y Francisco I. Madero, para Vicepresidente Ramón Corral y Francisco Vázquez Gómez, entre otros.
El resultado electoral favoreció a Porfirio Díaz y Ramón Corral, aunque las múltiples irregularidades, incluido el encarcelamiento del candidato Madero, generaron que unos meses más tarde Madero convocara una rebelión armada que generó la salida de Porfirio Díaz el siguiente año, lo que obligó a celebrar nuevas elecciones.
En este segundo sexenio ejercieron la Presidencia los siguientes personajes: Porfirio Díaz electo popularmente, tras su renuncia en 1911 asumió como presidente provisional designado por el Congreso el Lic. Francisco León de la Barra, quien convoca a elecciones extraordinarias donde resulta electo Francisco I. Madero como presidente interino. En 1913 son asesinados Madero y el vicepresidente Pino Suárez, quedando al frente del país el usurpador Victoriano Huerta, mediante un forzado procedimiento aparentemente legal y aprobado por un congreso amedrentado. Un año más tarde es derrocado. En paralelo Venustiano Carranza fue primer jefe del Ejército Constitucionalista encargado del Poder Ejecutivo según el Plan de Guadalupe, en tanto que sus adversarios también revolucionarios de la Convención de Aguascalientes tuvieron como Presidentes a los generales Eulalio Gutiérrez, Roque González Garza y Francisco Lagos Cházaro.
Luego del periodo de luchas intestinas por el poder, en 1916, Carranza convoca a un Congreso Constituyente que emite la Constitución de 1917, en cuyo contenido desaparece la figura del vicepresidente y el periodo presidencial vuelve a ser de cuatro años. De hecho Venustiano Carranza es electo para el periodo que concluiría el 30 de noviembre de 1920, pero meses antes de concluir su mandato Carranza es víctima de una rebelión y su periodo lo concluye como presidente sustituto designado por el congreso, Adolfo de la Huerta.
En las elecciones presidenciales de 1920 resulta electo como presidente el general Álvaro Obregón para un periodo de 4 años. El 1924 hay nuevas elecciones y resulta electo como presidente el general Plutarco Elías Calles para un periodo de 4 años.
Ya desde 1926 en el ambiente político nacional se advierte la presencia del fantasma de la reelección, lo que se dinamiza con la interpretación que hace el abogado Manuel Calero, cuando afirma que la constitución prohibía la reelección del presidente, es decir que el general Calles era el único que estaba impedido para reelegirse. De cualquier forma al iniciar 1928 entra en vigor la reforma que permite la reelección presidencial mediata y se amplía el periodo a 6 años, por lo que al triunfar en las elecciones el candidato único general Alvaro Obregón ejercería el cargo durante un periodo sexenal.
El asesinato del presidente electo si bien se suma a la crisis política, no impide que el sexenio se mantenga, presentándose entre el 1 de diciembre de 1928 y el 30 de noviembre de 1934, todas las figuras previstas para la presidencia, en la Constitución Federal. Veamos: hubo un Presidente Electo (Gral. Obregón) que no alcanzó a tomar posesión, ante ello, el Congreso de la Unión nombra un Presidente Provisional (Lic. Emilio Portes Gil) para que convoque a elecciones extraordinarias, éstas se celebran el 27 de noviembre de 1929 y en ellas resulta electo un Presidente Constitucional Interino (Ing. Pascual Ortiz Rubio) que sin embargo no concluye el periodo, por lo que el Congreso nombra en 1933 un Presidente Constitucional Sustituto (Abelardo L. Rodríguez) que completará el sexenio.
A partir de entonces los siguientes 14 periodos presidenciales han sido de seis años y los seguirán siendo, con excepción del actual que por previsión constitucional durará solo 5 años y 10 meses, dada la modificación de las fechas de las elecciones que ahora son el primer domingo de junio y la toma de posesión del Presidente de la República que a partir de 2024 será el 1 de octubre cada seis años.
En síntesis: desde abril de 1933, se prohibió definitivamente la reelección para el cargo de presidente de la república, del cualquiera que lo haya ocupado con cual denominación y desde Enero de 1928 el periodo presidencial no ha durado ni durará mas de seis años, por lo que el refrán a que se refiere Oscar Chávez en su canción La Toma de Posesión tiene plena vigencia en nuestros días: “No hay mal que dure siete años, ni majes que lo reelijan”… Así sea…

Monterrey, junio de 2022

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