Raúl Guajardo Cantú

Parece que los nuevoleoneses vivimos en aquella película que estelarizaban Bill Murray y Andie McDowell y que en español se llamó “Hechizo del Tiempo”, una película en la cual Murray despertaba un día tras otro repitiendo el mismo día, el de la marmota. Así vivió un tiempo indeterminado hasta que aprendió su lección.

Por desgracia, nosotros los nuevoleoneses estamos viviendo los mismos días, unos tras otros no porque debamos aprender algo, sino porque quienes nos gobiernan necesitan aprender que la política es negociación, no necesaria y solamente confrontación.

Sobre nuestras cabezas pende la espada de Damocles de la incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo en lo que es mejor para todos, no solo para ellos.

La crisis del agua sigue ahí, amenazando no el futuro, sino el presente, el hoy, no hay una respuesta para ella… aún. La presa Cerro Prieto inició el año con menos de un 20% de su capacidad y se ha continuado extrayendo agua de ahí, mientras que La Boca inició el año arriba del 60% y El Cuchillo con cerca de la mitad de su capacidad. Mientras no llueva no hay solución.

También están otras crisis, las de movilidad, la de gobernabilidad, la que se avecina con los vecinos que no quieren que el Metro elevado pase enfrente de sus casas y como dice el anuncio de Pronósticos: más lo que se acumule en la semana.

Mientras tanto, los diputados por su parte y el gobernador por la suya, pareciera que están jugando a ver quién se acobarda primero y cede ante las demandas del otro.

Es necesario que todos los políticos estatales se dediquen a cumplir con sus obligaciones para con los ciudadanos, de otra forma no sabemos, como dice la canción, “A dónde vamos a parar”