sáb. Sep 7th, 2024

Carrillo creador de boleros como Sabor a mí, Luz de luna, cumplirá el centenario de su natalicio

Javier García Java | El sol de México

“Yo que fui del amor, ave de paso”, entonaba Álvaro Carrillo con sentimiento. Y añadía: “Amémonos ahora con la paz que en otro tiempo nos faltó”. El andariego es uno de sus boleros más populares en el cancionero romántico de nuestro país y por esa, y por muchas composiciones más, el inspirado creador musical oaxaqueño nunca voló como ave de paso, más bien se quedó para siempre en la historia artística y cultural de México, al que hizo soñar, sufrir y hasta llorar con letras del corazón que continúan escuchándose hasta nuestros días.

Bohemio de cepa pura, el también compositor de Sabor a mí y Seguiré mi viaje, perdió la vida hace 50 años. Era la tarde del 3 de abril de 1969 cuando el automóvil en el que regresaba con su familia a la Ciudad de México, procedente del estado de Guerrero, fue impactado por otro vehículo a gran velocidad en la autopista México-Cuernavaca, falleciendo su chofer instantáneamente. Álvaro murió minutos después y su esposa, Ana, al día siguiente; sus hijos, Álvaro y Mario, salvaron la vida milagrosamente.La noticia impactó terriblemente en el ánimo del pueblo. Sus restos descansan en el Lote de Compositores del panteón Jardín, en la capital mexicana.

¿QUIÉN ERA?

Hijo de Francisco José y María Carrillo Jiménez y Candelaria Morales, Álvaro Genaro Carrillo Alarcón había nacido el 2 de diciembre de 1919 en Concepción del Progreso, Oaxaca, de donde posteriormente la familia se trasladó a Cacahuatepec, en la misma tierra del mezcal y el mole negro. Al morir su madre siendo todavía un niño, su padre casó con Teodora Alarcón, de quien Álvaro adoptó el apellido materno.

Inició su carrera musical en fiestas populares. Celia fue una de sus primeras composiciones, inspirada en una chica del colegio de quien se había enamorado perdidamente. Sin embargo, también cursó la carrera de ingeniero agrónomo; de hecho, se graduó en Chapingo, pero finalmente optó por dedicarse a la música, su pasión verdadera.

Autor prolífico

Destinado a transmitir vivencias a través de sus canciones, el compositor oaxaqueño escribió unas 300 melodías, entre chilenas, pasodobles, boleros y rancheras, mismas que han sido interpretadas a lo largo de los años por artistas de renombre como Marco Antonio Muñiz, José José y el trovador Pepe Jara; este último lo convirtió en su icono y dedicó gran parte de su trayectoria musical a difundir la obra musical de Carrillo; pero sería otro trovador, Carlos Madrigal, quien recomendó al trío Los Duendes le grabara el tema Amor mío, el cual resultó un gran éxito e hizo que el artista se olvidara por completo de la agronomía.

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