Por Salvador Hernández LANDEROS
El quemón que le propinaron a Adrián de la Garza vía El Norte, ejercitándose
en el gym, es apenas una caladita de lo que será en los próximos 20 meses.
El alcalde de Monterrey, después de esa balconeada, habrá de modificar su plan
de trabajo y de su seguridad personal, vulnerada, al menos, por unas cámaras.
De alguna forma, Adrián de la Garza, es un probable candidato a Gobernador
en la elección del 2021, igual que Ildefonso Guajardo y Carlos Salazar Lomelí.
No es secreto que atrás de Adrián podrían estar para apoyar su candidatura, los
ex gobernadores, José Natividad González Paras y Rodrigo Medina de la Cruz.
De Ildefonso Guajardo, tampoco es secreto, que Rogelio Cerda, es su “Mariscal
de Campo”. Y ha Carlos Salazar lo promueven columnistas ya conocidos.
De ninguno se dice qué Partido los arroparía. Aunque están identificados con el
PRI, que podrían abandonar y, por conveniencia, ir con el de moda. MORENA.
Lo que queda claro es que a Adrián lo quieren fuera. Pretenden descarrilarlo.
La exhibida en el gym, no fue de gratis. ¿será que le ven espolones”.
Pero él debe salir de ese estado de indefinición, con límites claros, precisos y
concretos. No ser vacilante por falta de estabilidad o equilibrio político.
Hay algunos que lo ven estancado en el refrán que dice: “Más vale ser cabeza
de ratón, que cola de león”.
Según el mismo refrán, “resulta mejor ser el primero en las pequeñas cosas
que el último en las grandes”.
O lo que es lo mismo, “mandar, aunque sea en asuntos pequeños o modestos,
que ser el último en asuntos grandes”.
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