Por Salvador Hernández LANDEROS
Es injusto que los dueños de camiones insistan hoy en el alza a las tarifas,
cuyo costo es de 12 pesos, con preferencial a estudiantes y adultos mayores.
Su argumento es por el incremento en los combustibles, lo cual no es cierto.
También por el alto costo de las refacciones, de lo cual sí hay algo de verdad.
Pero siendo honesto, me parece justo reconocer, qué si viajamos en camiones
sucios y deprimentes, es porque nosotros los usuarios somos los culpables.
Los transportistas arriesgan su inversión. Obvio, que por el uso diario. los
camiones se “destartalan”, pero en los usuarios también hay responsabilidad.
Esa irresponsabilidad nadie me la contó. La he visto y vivido arriba de los
camiones. Soy usuario frecuente y he abordado hasta ocho en un solo día.
Para empezar, muchos jóvenes estudiantes viajan en grupo. Con sus crayones
rayan los respaldos de los asientos, ventanas y costados interiores del camión.
Hay usuarios que al abordar convierten el camión en basurero. Suben con
frituras, con su pan y lonches, café y refrescos en vaso y botellas desechables.
Peor cuando suben mujeres con un hijo menor. De repente, le cambian el pañal
y como es desechable, en una bolsa de plástico lo tiran debajo del asiento.
Y no se diga en las tardes de mucho calor. Es frecuente que algunos albañiles
suban con un “six” en sus mochilas, para “chupar” en el asiento trasero.
Pero eso no es lo peor. Como mamíferos perisodáctilos équidos*, los hombres
suben primero para agandallar el asiento, humillando a las pobres mujeres.
También culpan al chofer, pero éste ni la tiene. Le recuerdan a su mamacita si
no los levanta a mitad de cuadra. Y si lo hace, ni las gracias le dan.
*Burros, asnos.
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