Por Salvador Hernández LANDEROS
Desde hace varios meses los bonos del Secretario General de Gobierno están a
la baja, lo que refleja que Manuel González Flores anda mal y de malas.
Anda mal desde las elecciones del 2018. Le fue mal como operador de la
campaña presidencial de su jefe, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón.
Le fue mal con sus pronósticos, con su estrategia operativa al querer abarcar
todo sintiéndose Gobernador de a deveras y no como un simple encargado.
Tan mal le fue, que la autoridad electoral le fincó responsabilidad y, aunque el
Gobernador está siendo protegido temporalmente por la Corte, él no.
Él lo sabe. Sabe que la “Espada de Damocles” pende sobre él. Lo único que
lo ha salvado es que los diputados locales están enfocados más en “El Bronco”.
Pero además de lo anterior, el Secretario General de Gobierno anda de malas,
ha estado perdiendo distancia con su personal de suma confianza.
Desde hace varios días, entre ese personal se maneja la versión de que dejó “en
la orfandad” a quien le ha servido desde hace tres años, con harta fidelidad.
Dicen que esa persona tuvo un problema que “lo azucaró” y arremetió contra
una mascota, un San Bernardo y expelo su coraje en los Canales del Santa
Lucía.
Elementos de seguridad lo vieron y detuvieron y hubo de dormir en los separos
de la policía. Y ahí permaneció muchas horas sin el apoyo de su jefe.
Por eso, González Flores anda de malas. Desde entonces no tiene apoyo de esa
persona que le llevaba “un maletín rojo”, con información confidencial.
Un termómetro muy importante para él será hoy en las Conferencias del
Tecnológico, a donde irá, igual que Samuel, Tatiana, Clara Luz y Víctor García.
chavalolanderos@yahoo.com.mx
Uno como quiera… Damocles !!