jue. Jun 19th, 2025


Por Salvador Hernández LANDEROS
No nos equivoquemos. No repartamos culpas ni responsabilidades a quien no
corresponde. Tampoco asumamos sentimientos ajenos.
Lo sucedido en el Colegio Cervantes, en Torreón, Coahuila, es muy lamentable.
En NL lo sentimos hace tres años y sólo el morbo lo recuerda.
Hoy se revive aquí y en Torreón la misma medida. De nueva cuenta la
“Operación Mochila”, labor que se le asigna a los maestros.
No cometamos los errores del pasado. La “Operación Mochila”, no es
obligación del maestro, esto es un deber de todo padre de familia.
En todo caso a quien se debe revisar la mochila es a los padres. Conocer qué
es lo que cargan en su interior para educar a su hijo.
Revisar cómo andan en valores, principios, amor y atención hacia sus hijos.
Cómo anda la responsabilidad para formar, comprender y tolerar.
La función del maestro es otra. Es una función que la autoridad debe vigilar y
sancionar si no se apega a la enseñanza, académica y aprendizaje.
Al maestro hay que exigirle que cumpla con vocación su compromiso social.
Que no pierda el en grillas sindicales y otras.
No es prudente que Gobernación exija a medios no publicar fotografías del caso,
cuando que gobierno permite contenidos violentos en juegos, cine y televisión.
Tampoco se vale que pseudo políticos y políticos suban oraciones y moños
luctuosos para promocionarse a través de las redes sociales.
Lo sucedido en NL y en Coahuila es un reflejo de lo que los menores vivieron
en su entorno familiar. Eso no les enseñan en las aulas.
Mejor orientemos la “Operación Mochila” en lo que es el punto de partida.
chavalolanderos@yahoo.com.mx

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *