Por Salvador Hernández Landeros
Dios me ha bendecido en la vida con extraordinarios seres humanos que me han entregado su amistad.
Hoy mis sentimientos están lastimados por lo más inevitable que hay en ella.
Dios se llevó con él a un gran amigo. Rolando Fernández Guajardo.
Un amigo pleno en cualidades. Bondadoso, generoso, leal. Con mano extendida para ayudar.
Un hombre sencillo, sin poses, carismático. No sólo sus familiares o amigos lo vamos a extrañar.
En su trayectoria laboral deja un legado inimitable. Ejerció un liderazgo democrático.
Su liderazgo honesto benefició a los trabajadores del Estado. Anteriores y actuales.
Un líder férreo. Enfrentó con huelga al Gobierno de Nuevo León para alcanzar prestaciones, aún vigentes, para la burocracia estatal.
Su sencillez fue la mano de su pertenencia. Sus reuniones, una muestra de ello.
Otros amigos que se adelantaron están dichosos. El está al lado de ellos para que disfruten su presencia en la eternidad.
Adiós amigo Rolando. Qué tristeza cuando un amigo como tú se va.
Aquí lo recordarán con amor su esposa, María del Rosario Jiménez.
Sus hijos Rolando Antonio y Juan Ángel.
Sus hijas María del Rosario, Nancy Patricia, Lucía Alejandra, Claudia Mayela y Mónica Isela Fernández Jiménez.
PD: Servicio Funeral:
Capillas del Carmen
Avenida Constitución 951 Poniente
Será este miércoles 22 de enero a partir de las 8:00 AM
Se despide a las 17:00 horas.
Mi estimado chava así es fue una persona con ganas de ayudar a el que se le acercara y le hablara derecho sin tapujos fue el que revolucionó el Sindicato que dios lo tenga en santa gloria.
Gracias Chavalo, como de cariño te llamaba Papito. Como te quería y disfrutaba sus reuniones contigo. Gracias por tus palabras y todo el amor q siempre le demostraste. Gracias por ser su amigo leal .
Todo eso fue Papito y para mi un padre ejemplar. Le vamos a extrañar profundamente.
Rosario Fernández de Iglesias