David Casas
Monterrey, N. L- Las instalaciones de lo que fue el penal del Topo Chico, famoso centro penitenciario que por 76 años fue escenario de motines, muerte, extorsiones y autogobierno de los internos, comenzaron a ser demolidas.
Con maquinaria pesada se pusieron en marcha los trabajos en uno de los pabellones en el que trabajadores de una empresa particular desmantelaron las celdas.
El pasado 30 de septiembre fue cerrado y los internos llevados al resto de los penales existentes en la entidad. Por mes y medio se permitió que la gente visitara el lugar y el 15 de diciembre se cerraron nuevamente las puertas.
El hecho que conmocionó a la prensa mundial fue el motín registrado el 11 de febrero de 2016 en el que 49 reos perdieron la vida y decenas más resultaron heridos luego de un motín en el que se enfrentaron miembros de grupos del crimen organizado por el control del penal.
El gobierno del entonces recién electo Jaime Rodríguez Calderón, primer gobernador independiente del país, explicó que el motín se debió a que integrantes del Cártel de Golfo se enfrentaron a miembros del grupo criminal Los Zetas en una represalia por la muerte de Jorge Hernández Cantú, El comandante Cero.
Inaugurado el 3 de octubre de 1943 por el entonces gobernador Bonifacio Salinas Leal, el penal abrió con cupo para 600 internos y ahí fue trasladada la población del antiguo penal, situado en parte de lo que hoy es la Alameda, pero al paso de los años sufrió deterioro y sobrepoblación, lo que produjo constantes motines, epidemias y siniestros, como el incendio por el uso de veladoras que en diciembre de 1988 provocó la muerte de 19 internos.
En 1980 un motín de presos asesinó tras secuestrado, al director del penal, Alfonso Domene.
De mano dura, el gobernador Alfonso Martínez Domínguez solicitó el apoyo federal y llegó el entonces policía Miguel Nazar Haro, quien entró al patio y acabó con los dos internos que encabezaron el secuestro. Años después estuvo preso acusado de la muerte de líderes de la Liga 23 de septiembre en la época de la guerrilla en los años setenta.
En 1997 el banquero y presidente del Club Rayados de Monterrey, Jorge Lankenau, también estuvo por años acusado de fraude.
Más reciente, el exseleccionado nacional y exjugador de Rayados y Chivas, Jesús Cabrito Arellano, también pasó semanas acusado de abuso sexual.
Se anunció que en el sitio se construirá un megaparque y el Archivo General del Estado