vie. Jul 26th, 2024

Lorena Gurrola

Bastaba con tener un móvil con acceso a internet, un radio o una televisión para conocer lo brutal que fue el 2019 para la mujer en México.

En 2018 la pareja de asesinos seriales de Ecatepec preparaba el terreno para la catarsis de hartazgo hacia la violencia y los feminicidos, en 2019 en Toluca otro asesino serial que decía amar a sus mascotas indignaba por la forma de jactarse de sus inhumanos actos hacía la mujer. Luego siguieron Abril, Ingrid, Fátima; el ataque con ácido a María Elena Ríos y muchas otras mujeres, muchos otros nombres; bajo circunstancias similares; actos orquestados por parejas, o cercanos, valiéndose de la confianza, denuncias previas y señales de auxilio ignoradas por todos, incluidas las autoridades. Los ataques a la mujer en México revelaban una verdad que yacía sobre la superficie pero que no era nombrada: La denuncia en nuestro país no sirve de nada.

Fue así que el miedo, coraje, la impotencia y la desesperación se unieron al grito de ¡Basta!, llevando a las mujeres a alzarse en una marea de colores morado y verde, tiñendo de rojo las aguas de las fuentes icónicas en distintas ciudades.

La movilización y posterior paro sin históricos, por el poder de convocatoria de una causa social y por la autenticidad de tratarse de un movimiento netamente ciudadano, sin tintes partidistas y no motivado por intereses económicos de los grupos de presión. Salían a las calles niñas, jóvenes, adultas y adultas mayores; sin distingo de estrato social; con ideas muy diversas y orquestadas en distintos contingentes para respetar a quien quería manifestarse de una manera más radical o más neutral sobre temas polémicos de divergencia.

Si el violento 2019 fue la chispa que encendió el movimiento, es atinado señalar que hubo algunos otros combustibles; la ignorancia mostrada en redes sociales que a manera de burlas o rechazo sigue permeando en una sociedad que se rehúsa a ver el machismo en sus actitudes; el servilismo de muchos medios de comunicación que no niegan a quienes pagan su trabajo, cuando ignoran como contar y difunden que una movilización que rebasa las 15 mil personas, como una marcha de “decenas”; un Gobernador que quita todo objeto a un paro de mujeres transformándolo en un asueto; un Presidente que de principio a fin, en cada una de sus mañaneras hace declaraciones que desestiman de todas las formas posibles al movimiento feminista en nuestro país.

De pronto un grito que era contra la injusticia, contra el sistema, contra las autoridades en general; encontró su cauce en el desdén del gobierno. Andrés Manuel López Obrador hizo suyo un conflicto que antes era contra el poder judicial o incluso el legislativo; y que ahora encontraba como símbolo de la desatención desde el poder, al Presidente. En un afán por seguir aparentando que todo está bien, con sus declaraciones minimizó sutil pero claramente al movimiento de la mujer, encontrando una resistencia, un encono y una más fuerte contestación. De manera que un Ejecutivo que se jactaba de haber salido de las calles y de la protesta, hoy parecía no entender una manifestación que no tuviera tintes políticos. Y es que cuando él promovía una Cuarta Transformación ya estaba frente a una, la auténtica y genuina transformación: La Revolución de las Mujeres Mexicanas.

Para quien pudo ir a la marcha del 8 de marzo, lo que ocurrió ahí fue magia; la emoción de ver como poco a poco se sumaban mujeres que inundaban la explanada, hermanadas en un sentir de sacar la rabia de entre el miedo a ser la siguiente en aparecer en esa lista de las que ya no están; que se tomaban de las manos en una muestra clara de solidaridad.

Caminar en ese río de paz, fue encontrar las miradas a los costados de la marcha de hombres que comprendían lo que pasaban y con una mirada se solidarizaban; ver lo mismo a mujeres que a hombres con un nudo en la garganta cuando veían los nombres y las fotos de las que nos habían dejado su injusticia para gritar por ellas y la tristeza de escuchar a las madres de las desaparecidas.

Miles de personas que fueron testigos y grabaron con su celular la movilización se quedaban absortas ante los cánticos como “¿Dónde están nuestras hijas? ¿dónde están?”, pues era imposible como padres como hermanos no aferrarse a una interrogante que no debería existir.

Lo que siguió a la marcha y al paro, fue la misma ignorancia: “Huevonas”, “¿De qué sirve que no vayan a comprar hoy si van a ir mañana?”, “Ahora se les va a juntar el trabajo de dos días”, “Es injusto que solo vengan los hombres”, “Ni pasó nada, no se nota el paro”, “¿Las mujeres están en su casa haciendo el aseo?”, etc. Aún no llega el día de que México defienda a sus mujeres, como defiende un gol, un penal, un partido político o a sus monumentos. Pero es natural, una revolución no se gana en un día, ni en dos ni tres; es la tempestad que precede a la calma. Todas tenemos claro que sería una carrera de resistencia y no de velocidad.

Difiero, el paro nacional sirvió de mucho, mostró estamos unidas, y que día a día somos más; pues el 9 puede ser solo un inicio de un movimiento que está vivo, que no olvidará, que no dejará de marchar, pero que también conoce otras formas de decirle al sistema que nunca más tendrá la comodidad de su silencio.

Lo que se logró en dos días es demasiado, sin caudillos, sin armas, sin hombres, pero con muchos aliados, así se presenta la primera revolución de las ideas de nuestro siglo. Para muchas esto era lo que esperábamos, otra voz que se sumara a la nuestra, otra mano que se alzara por la justicia, o quizá solo saber que no estamos solas.

Por Admin

17 comentarios en «La verdadera cuarta transformación es la revolución feminista»
  1. Es evidente la falta de sensibilidad y la aplicación de los valores de la ciudadanía y sobretodo de aquellos que nos gobiernan. Respeto, no ocuparíamos ni siquiera ser empáticos si aplicáramos realmente el respeto. Excelente editorial.

  2. Excelente análisis, estoy completamente de acuerdo.

    El paro del 9 de marzo sirvió y mucho, sin duda se esta gestando desde las entrañas de la sociedad un cambio de pensamiento, esperemos reivindique los derechos de la mujer y el papel que juega en la sociedad.

  3. la verdad no creo que salir a la calle a manifestarse sirva, ni tampoco creo que las mujeres se aman unido, muchas andaban en la calle el lunes, yo la vi.

    como siempre creando caos vehicular, pensé que ese día por lo menos no habría accidentes.

  4. “Somos el grito de las que ya no están”
    En México la tasa de feminicidios es alarmante, ciertamente no una problemática de hoy, no de ayer, sino de años. Y no sólo esta presente en nuestro país, es una problemática global.
    Sólo que en la actualidad lo vemos sin filtros, lo sentimos, lo vivimos.
    Me siento orgullosa de poder decir que dejamos huella históricamente; y más que no sólo se presentó en la Ciudad de México, o en Monterrey, de igual manera en distintas regiones nacionales e internacionales.
    Las mujeres de hoy luchamos por un mañana, cuando no debería de ser así. La fortaleza renace más que nunca por las que no están, somos sus voces y ya no tenemos miedo de alzar la voz.
    El día internacional de la mujer será recordado, pero mayor aún lo que sería un día sin nosotras.

  5. Me causa conflicto la falta de sensibilidad por parte de hombres y mujeres que lo único que hicieron el día 9 fue burlarse.
    Me encanto el análisis, esta más que completo con todo lo que las personas deberían de leer para poder cambiar muchos pensamientos que es el inicio de todo.
    Estoy de acuerdo con todo! 💜

  6. Que bueno que se rompió él silencio, que se siga alzando la voz una y otra y otra vez hasta lograr serr escuchadas y se les haga justicia a todas las que han sufrido la violencial solo por ser mujeres. Lastima que algunas se aprovechan para hacer desmanes, y ponen en evidencia su falta de sensibilidad y solidaridad con aquellas que han sufrido, pero son mas las voces que claman justicia. Bien por ellas

  7. Enhorabuena por el análisis, de nuevo inmersos en este trance pavloviano que nos recuerda seguimos siendo machos subdesarrollados y ante el fenómeno femenino rebasados.

  8. Me gusto el análisis y estoy de acuerdo .
    Se me hace de muy mal gusto la falta de sensibilidad de ciertas personas, sin embargo el cambio empezará cuando esos pensamientos cambien. Me gusta que se siga alzando la voz y se unan mas mujeres para lograr hacer justicia.

  9. Fue grandioso que las mujeres se ayan movilizado por su propia cuenta que no necesitaron la ayuda del gobierno ni de nadie para aserlo exigiendo que sean escuchadas, que se ayan reunido sin ponerse de acuerdo ver como se iban sumando y todas con un mismo propósito quisas la marcha o el 9 no tendrán mucho éxito editorial.

  10. Me gustó mucho el análisis y estoy de acuerdo. Se me hace de muy mal gusto la falta de sensibilidad de ciertas personas, sin embargo el cambio empezará cuando esos pensamientos cambien. Me gusta que se ha alzado la voz y que se unan mas mujeres para que se logre hacer justicia.

  11. La representación importa. La empatía que estamos generando en sororidad se siente en la piel. No somos una, no somos cien, y así gritaremos hasta que el gobierno nos cuente bien.

  12. Desgraciadamente es la triste realidad
    Y los casos que no se saben son miles , con unas leyes sin respaldo para la mujer

  13. Se demostró la unión de todas y pico a poco debe haber un cambio, hay tantas y tantas que ni siquiera lo reconocen o no de atreven a alzar la voz

  14. Recordemos que Nuevo León es el estado más violento contra las mujeres en el país además de que el más discrimina (INEGI). La actitud de las redes locales es reflejo de una de las culturas menos flexibles en su visión tradicional del rol de la mujer en México.

  15. Con opiniones diversas la marcha y el paró se llevaron a cabo. Un sin fin de actitudes, emociones y pensamientos estuvieron presentes en la población estos últimos días, algunas personas a favor, otras en contra y algunas más que están neutrales pero lo que sí quedó claro es la exigencia por reconocer a las mujeres como personas pero sobre todo como sujetas de derechos, no se trata de un favor ni de una capricho se trata de algo que merecemos por el hecho de existir.

    La labor que cada persona tenemos es la de informarnos e informar a otras y otros para poder reflexionar sobre toda la reproducción, normalización y legitimación que engloba la violencia de género, porque pareciera que aún no distinguimos sobre todo las manifestaciones de ésta en nuestra vida cotidiana, no solo se trata de darse cuenta de lo evidente como lo golpes y moretones sino también de visibilizar aquellas sutilezas que son igual de perjudiciales y que me parecen aún más perversas en contra de las mujeres.

    La tarea además de informar y reflexionar es también favorecer a la toma de conciencia que nos impulse a la acción más que a la reacción para poder lograr una verdadera justicia social.

    ¡Muchas gracias por tu nota!

  16. Creo que la violencia es en general y no creo que sea cuestión de genero, hoy en día hay una falta de valores y estas van por el simple hecho de ser humanos, no podemos negar que las mujeres han sido golpeadas o abusadas desde tiempo atrás, pero estamos en un punto en el cual si queremos todos ganar, debemos de apoyarnos el uno al otro sin distinción de genero, raza, o alguna otra característica, siempre con respeto por el solo hecho de ser un ser vivo….. sí queremos que las cosas cambien debemos vernos como uno mismo.

  17. Excelente análisis, me siento orgullosa de las mujeres que están luchando, tan capaces y fuertes para salir adelante, y que todo sea para un mejor mañana para todas las mujeres que día con día viven injusticias, es un gran avance lo que se hizo, esperando ser escuchadas y lograr un cambio positivo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *