Óscar Tamez Rodríguez
El asunto del aislamiento o arraigo domiciliario impuesto por la autoridad de salud ya comienza a hacer estragos. Basta ver cómo se saturan las redes sociales y los chat de grupos con información irrelevante para entender que las personas no tenemos un plan de contingencia para casos como éste. Vaya, la vivimos soñando con días de descanso como estos donde no son vacaciones programadas para estar en casa y ahora que la tenemos, nos parecen una prisión. Cuántas veces no anheló usted un par de días libres para pintar la casa, reparar la llave con goteras, sacar ropa que sólo hace bulto o leer un libro rezagado. Bueno, ahora lo puede hacer pero anda como “lión” enjaulado. Aproveche para usted, su familia y el hogar este receso obligado; nada más piense que si se contagia no hay a quién recurrir pues el tal López-Gatell subsecretario responsable de contener la epidemia sirve lo mismo que un cero a la izquierda. Quizá la solución sea rezar una novena al santo de su devoción, ofrecer una manda o colgarse un relicario como sugirió AMLO, porque de salud, sabemos usted y yo más que el tal López-Gatell.
AtentamenteÓscar Tamez RodríguezCEPHIP,ACwww.estudios.politicos.mx@gmail.comwww.Facebook.com/estudiospoliticos.mxwww.Twitter.com/Estudios.mx