El petróleo en Estados Unidos vale menos que nada. El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) perdió este lunes en horas todo su valor, con una caída de más del 305%, al extremo de que el barril para entrega en mayo cerró este lunes en terreno negativo por primera vez en la historia. En concreto, el barril Texas, que en enero valía 60 dólares, hoy vale menos 37.63 dólares.
Este desplome nunca visto es consecuencia directa del anuncio de que los tanques en Estados Unidos no tienen espacio para almacenar más crudo y los inversores ya cobran por comprar barriles, ante la brutal reducción de la demanda producida por la crisis del coronavirus. El Dow Jones neoyorquino registra caídas superiores al 2% en esta jornada negra sin precedentes.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya advirtió el pasado miércoles de que este sería el peor año de la historia para la materia prima, a causa del confinamiento mundial causado por la pandemia causada por el COVID-19.
De poco ha servido el recorte de producción de casi diez millones de barriles diarios pactado hace dos semanas por las potencias petroleras. “Si el consumo de energía ha bajado un 30% y la OPEP reduce el suministro en un 10%, todavía hay una gran brecha”, avisa Elwin de Groot, jefe de estrategia macro de Rabobank.
Por su parte, el hundimiento del precio del WTI “ha avivado las especulaciones de que Estados Unidos podría rescatar a la industria del esquisto” ante el temor a que algunas compañías productoras vayan hacia la quiebra, afirmó Micahel Hewson, analista de CMC Markets.
El Brent, a 25 dólares.
El Brent sufrió un descenso más moderado que el crudo estadunidense y la brecha entre el precio de ambos barriles superó la diferencia de 13 dólares que había marcado a principios de 2015. La cotización del barril de petróleo Brent para entrega en junio cayó un 8.90%, hasta 25.58 dólares.