Por Salvador Hernández LANDEROS
Mucha suspicacia ha despertado la encuesta que realizará MORENA para de, entre cinco contendientes, elegir quién será candidato o candidata a gobernador.
Hay incrédulos con esa encuesta y aunque está consensuada y aceptada por los morenistas, no creen con facilidad de que ésta será transparente o real.
Consideran que será una encuesta a modo. Al viejo y puro estilo priista y sólo serviría para “legitimar” ante los inconformes, a Clara Luz Flores Carrales.
Hay un argumento válido y de peso. Más bien de pesos. El costo de la campaña por la gubernatura es alto y sólo dos cuentan con el recurso financiero.
La alcaldesa lo tiene. El otro es Mario Fernández Quiroga, pero no lo toman en serio. Es amigo de AMLO y de Abel, además por sus 80 años de edad.
Un tercero en supuesta discordia es Rafael Zarazúa Olvera. No tiene el recurso financiero de Clara Luz ni de Fernández. Pero le alcanza para una alcaldía.
A Zarazúa Olvera lo consideran con más oficio político que Luis Donaldo Colosio y más entrón que Francisco Cienfuegos, como para ganar Monterrey.
Le anteponen un antecedente. Su relación política es muy fuerte con Yeidckol Polevnsky y no va a jugar contras a quien hace dos años destapó a Clara Luz.
Un cuarto contendiente es Fernando Abrego, quien perdió la confianza de los morenistas inconformes. Su recurso sólo le alcanzaría para una regiduría.
Por último, si la aceptan, estaría Martha Idalia Plata, quien dice “yo no soy socia de Abel ni tengo compromiso con él como los demás”. Tampoco tiene con qué.
Pero todo lo anterior se puede caer si Alfonso Romo se apunta por MORENA. A él le sobran los recursos financieros. A menos que venga por el PAN.