Arnulfo Vigil
El enemigo a vencer, como se ha hecho creer, no es Morena, porque no cuenta con los aperos necesarios para salir airosa en una contienda electoral, y eso lo sabe perfectamente bien la dirigencia de dicho partido, porque ha recurrido a trucos y mañanas que critica de otros partidos, como invitar a la candidatura a la gubernatura a una mujer que dista mucho de los principios y de la ideología que pregona.
Como refuerzo a su franca debilidad se rumora que ha invitado a la candidatura de la alcaldía de Monterrey al diputado de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio, quien su única experiencia en la política es el cargo que ocupa, ganado por mayoría. Su única cualidad es su apellido. Pero no cuenta con las tablas necesarias, como dice el teórico Guillermo Gómez, para afrontar una responsabilidad tan grande como la candidatura a la alcaldía regia, cargo que le negó su partido. Lo han invitado para que haga mancuerna con Clara luz Flores, algo tan iimposible como la mezcla del agua con el aceite.
El colmo es que se haya invitado a la suegra del Gobernador Jaime Rodríguez Calderón a ser la candidata de Morena a la alcaldía de Santa Catarina. Y a la candidatura a la alcaldía de Monterrey al ex rector de la UANL, Luis Galán Wong, cuando su rectorado se caracterizó por la represión a los estudiantes, los altos cobros de las cuotas escolares y la baja calidad académica.
El asunto es grave porque el partido Morena ignora que dentro de sus filas o dentro de la sociedad civil se encuentran personas íntegras que bien pudieran cumplir con la responsabilidad. Morena no quiere a sus militantes, mucho de los cuales han dedicado los mejores años de su vida a la construcción de la democracia y de la justicia en el país. Lo mismo sucedió en las elecciones pasadas. Quienes llegaron a representantes populares no habían hecho trabajo en la izquierda.
Mientras tanto, el sistema imperante en Nuevo León, lesionado por sus excesos, se recupera. Adrián de la Garza es el precandidato del PRI y seguramente será el candidato oficial al dar la vuelta el año. Pues bien, De la Garza ha hecho acuerdos fundamentales para remontar en las acciones: selló una alianza con la CTM, tan golpeada en este sexenio estatal, y que también se recupera, con lo cual se aseguran casi 200 mil votos a favor.
Y el PRI ha hecho alianzas con el PAN, partidos que siempre se han llevado bien aunque parezca que no, en determinados distritos locales y seguramente federales. Y si la alianza se amplía pueden asegurar más posiciones en común. Sí, el PAN va a nominar a su candidato a la gubernatura, pero va a apoyar al candidato de su supuesto rival. Ya se ha hecho antes. Al PAN lo que le interesa es conservar sus municipios y algunos puestos administrativos. Por eso en los municipios que gobierna habrá candidatos priistas débiles. Y de los candidatos de otros partidos, ni se diga.
Los poderosos empresarios regiomontanos no quieren al partido Morena, y no están de acuerdo con la forma en que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, conduce al país. Por lo tanto harán todo lo posible para impedir que dicho partido llegue al poder en el estado. Y con mayor razón si es Clara Luz Flores la candidata.