Por: Antonio Sánchez R.
Empate y renuncia…
Un valiosos empate fue el que rescató el equipo León en su visita al Estadio Olímpico México 68’, casi en las postrimerías del partido de “ida” de la gran final del Torneo Grard1anes 2020, encuentro que la verdad, estuvo bastante trabado, pero que en general estuvo más inclinado hacia los Pumas, escuadra que sorprendió a La Fiera con un planteamiento bastante ofensivo que pudo haberle dado la victoria, pero las buenas intervenciones del arquero leonés, los rechaces de la defensa o las fallas de los propios delanteros universitarios impidieron un daño mayor para el conjunto del Bajío.
Con dominio alterno, ambos equipos se dedicaron a buscar el gol que les diera la ventaja desde el inicio del encuentro, con lo que pudimos ver un partido muy movido, que por momentos se convirtió en una “ida y vuelta” en el que las defensas tuvieron qué prodigarse para mantener la cortina abajo. Cabe mencionar que fue Pumas quien tuvo las oportunidades más claras de gol, pero como ya comentamos antes, portero y defensas impidieron que los universitarios marcaran el de la ventaja, al menos en el primer tiempo, el cual terminó con un salomónico 0-0.
La segunda parte continuó con la misma tónica: Pumas al ataque y León respondiendo. El partido se estaba haciendo “viejo” y el gol no caía, pero al minuto 72’, de certero cabezazo el paraguayo Carlos González puso adelante a los universitarios capitalinos y con esto, el rugido del Puma se empezaba a escuchar más fuerte. León no cejó en sus intentos ofensivos y fue tan intensa su reacción que en ello llevó la penitencia, pues al minuto 81’, en una dura entrada, el colombiano Stiven Barreiro se llevó cartón amarillo, siendo su segunda amonestación por lo que terminó yéndose a las regaderas antes de tiempo.
Con la expulsión, parecía que a León se le vendría la noche, pero no fue así, con un hombre menos en la cancha reacomodaron sus líneas y continuaron insistiendo al ataque. Por momentos, el partido se convirtió en una especie de encuentro de rugby, pues no faltaron las tackleadas y los empujones por ambos lados. Casi terminaba el encuentro y el León continuaba presionando hasta que consiguió su premio, el empate 1-1, por conducto del argentino Emmanuel Gigliotti, quien aprovechó un pase filtrado y solo en el área, empujó el balón hacia las redes.
Un partido muy intenso, en el que los Pumas de Andrés Lillini demostraron por qué están en la final, pues le jugaron al tu por tu a una escuadra sólida, cuyo sistema le llevó a ser el líder de la competencia y que lo colocaba como favorito para obtener su octava estrella. Pero con lo visto anoche, La balanza está muy pareja y Nacho Ambriz, técnico de La Fiera, tendrá que buscar variantes que le permitan contrarrestar no sólo el ataque, sino la motivación que traen los universitarios capitalinos.
Por lo pronto, nada para nadie hasta ahora, pues no hay qué olvidar que en los partido de final no hay ventaja de ningún tipo, no hay diferencia por gol de visitante o por posición en la tabla. Es a 180 minutos y terminados éstos, se van a tiempos extra y si persiste el empate, tendrían qué ir a los “malditos” penales. La moneda está en el aire.
Cambiando de rumbo, pero no de continente, hoy después de medio día se dio la renuncia de Robert Dante Siboldi a la dirección técnica de La Máquina Celeste de la Cruz Azul, en una decisión tomada a raíz de las diversas críticas vertidas en prácticamente todos los medios de comunicación, algunos de los cuales rayaron en la estúpida suposición de que “vendió” el partido. Y digo “estúpida suposición” porque sin existir prueba alguna al respecto se asegura algo bastante serio, que ameritaría una minuciosa investigación.
Pero, antes de seguir, quiero dejar una pregunta: ¿a quién o a quiénes se supone que se haya “vendido” el partido? Si se cree que Pumas haya sido capaz de “comprar”, lo dudo, porque no tiene “lana” para comprar jugadores, menos va a tener para adquirir un pase a la final, antesala del título. Si fue a las casas de apuestas, también es de dudares, pues no se olvide que fue una semifinal y no una final. En fin, continuemos.
Ante lo ocurrido con Siboldi, no me cabe la menor duda de que los equipos del fútbol mexicano sufren una severa crisis en cuanto a la convicción en torno a la gente que contratan para la dirección técnica. La muestra fehaciente es precisamente lo que se presenta en el caso del ahora ex DT Azul, quien llegó hace apenas un año y tres meses a Cruz Azul y está, pese a que en este lapso de tiempo, supera lo hecho por Pedro Caixinha, Paco Gémez y Tomás Boy, entre otros.
También en el Puebla ya ocurrió. Juan Reinoso fue corrido literalmente del equipo, en “agradecimiento” por haberlos llevado a una “Liguilla”, tras muchos años de no hacerlo. Muchos casos se dieron durante el Torneo Guard1anes 2020, pues en su momento técnicos como Luis Alfonso Sosa, Guillermo Vázquez y al final de la temporada hasta Ricardo Antonio Mohammed, dejaron su lugar, en una muestra clara de la intolerancia y la impaciencia que impera en los equipos del futbol mexicano.
Yo creo que la solidez de un proyecto se consigue con la continuidad de quien lo pone en marcha. Y con esto, quiero poner un ejemplo muy palpable de lo que ocurre cuando a un Director Técnico se le tiene confianza y paciencia. Independientemente de si gusta o no gusta un estilo de juego, Tigres es un equipo muy sólido y eso se debe a la permanencia de un tipo como Ricardo Ferreti quien, querámoslo o no, ha conseguido darle al equipo esa fortaleza y madurez que pocos equipos pueden presumir. Por eso ha hecho de Tigres un equipo candidato al título permanentemente. En fin, así es el abarrote futbolero. Y para esta fin al León-Pumas del próximo domingo, vayan haciendo sus apuestas (no se por qué me acordé de Javier Aguirre)… ¡Ah!, y si tienen tele… ¡pues ahí se ven!
