Por Salvador Hernández LANDEROS
El poder se ejerce con mando. Y el que manda, manda.
Todo parece indicar que el presidente Andrés Manuel López Obrador le mandó a Alberto “Beto” Anaya, dueño del PT, un mensaje muy directo.
Uno de sus principales personeros, el senador Ricardo Monreal, vino a NL y concretó su misión en una mesa junto con Clara Luz y Víctor Fuentes.
El líder de MORENA en el Senado no se anduvo por las ramas y le soltó la invitación al Senador panista para contender por la alcaldía de Monterrey.
Conste, es invitación. Quien va a decidir si la acepta o no es Víctor Fuentes Solís. Dentro de unos días se sabrá de qué costal de harina está hecho.
La decisión de Víctor es aparte. Lo que llamó la atención es él porqué vino Monreal y no Mario Delgado, dirigente nacional de MORENA. Es su función.
Dirán que fue de Senador a Senador, pero no. Todo parece indicar que hay guerra por debajo de la mesa luego de que el PT reclamó alcaldías “asignadas”.
“Beto” Anaya no dio la cara. Esta vez mandó a Azael Sepúlveda a exigir a MORENA que respete el convenio por candidaturas, entre ellas, Monterrey.
Hace unos días, el 19 de enero, en www.diariodigitalmx.com en el artículo con el título “Monterrey es decisión de AMLO”, les dijimos lo que esto representa.
“Al presidente, por muchas razones le interesa Monterrey. El problema es que MORENA no tiene un candidato propio y de arraigo que asegure el triunfo”.
Y si MORENA no lo tiene, tampoco Nueva Alianza, Verde Ecologista o el PT, a menos que Azael lo pretenda y se sienta desplazado si es que Víctor acepta.