Arnulfo Vigil
Mientras muchos aspirantes a un cargo de elección popular y muchos precandidatos andan más calientes que el sol de verano regio en pos del ansiado trono, la pandemia de coronavirus COVID-19 sigue su marcha tétrica infestando y matando a no pocos ciudadanos, ya no adultos mayores sino de toda edad.
¿Cuál es la posición de los candidatos ante esta nefanda realidad? No se sabe. Independientemente de los partidos a los que pertenezcan, los precandidatos, pronto candidatos, coinciden en su mayoría en que no han detallado un programa de combate al virus, no han dicho cómo apoyarán a los enfermos, a los intubados, a las familias que han perdido un ser querido, cómo van a apoyar a las instituciones de salud cuyos médicos y enfermeras se juegan el pellejo enfrentando la pandemia.
Hasta el momento no se sabe qué ha hecho algún diputado en su distrito para estar junto a las familias que tienen un pariente infectado, aislado o moribundo. Estar junto significa estar atento, al pendiente de los ciudadanos de su distrito, no que esté en la casa del enfermo. Lo preciso para que entiendan los diputados. No se sabe de sus acciones porque si hubieran hecho alguna cosa, cualquiera, como donar un cubrebocas o una botellita de gel antibacterial, ya lo hubieran anunciado en la prensa mediante desplegados.
Quizá porque son precandidatos no pueden decir ni hacer muchas cosas por disposiciones de la Comisión Estatal Electoral o por alguna recomendación de sus propios partidos o de sus equipos. Pero no obsta para que conste. Por disposición personal se pueden promover muchas iniciativas en pro de la ciudadanía y particularmente en los distritos a los que quieren representar.
La política se pone muchos vestidos. Uno ni sabe. El secretario de Salud, Manuel de la O, en su programa diario hace muchas recomendaciones, sobre todo evitar las aglomeraciones, las reuniones masivas, por eso ha clausurado conciertos, exposiciones de arte, conferencias, lecturas de poesía, actos deportivos. Pero, siempre hay un pero en la cepa. Ha permitido que los partidos políticos hagan reuniones masivas para designar a sus precandidatos (y lo mismo será con los candidatos), en particular el PAN, contraviniendo a las disposiciones que él mismo dicta.
Entonces ¿de qué se trata? Controlo los rebaños de los demás, pero no los míos. La parcialidad se funda en la propia conveniencia. Lo que no me interesa lo puedo reprimir o controlar, pero lo que me interesa puede caminar a sus anchas por las avenidas pletóricas de ensoñaciones, anhelos, intereses, señuelos. De tal manera que esa ambivalencia es la causa de que la pandemia siga caminando a sus anchas por las avenidas del estado de Nuevo León.
Va a empezar la campaña electoral. Faltan pocos días. Entonces los precandidatos que serán candidatos, bueno, algunos no lo serán, lo más seguro es que se aprovechen de la pandemia y de los afectados para sacar ventaja, no para controlarla. Es lo más seguro. Porque si no han hecho un acto de solidaridad con los enfermos, menos lo van a hacer cuando ya sean oficialmente candidatos. De tal manera, que la cosa no es nada optimista.
O ¿qué han hecho, por ejemplo, los precandidatos a la gubernatura, el puesto más importante en disputa? ¿O los precandidatos a las alcaldías? ¿O los diputados que están en pos de la reelección?