Salamanca. – El líder petrolero de Salamanca, Carlos Romero Deschamps, quien dominó Pemex por 24 años, anunció la renuncia a su empleo en la paraestatal, pero tendrá una jubilación tranquila y segura: tan solo en Salamanca su familia tiene 10 propiedades adquiridas por su trabajo en el sindicato petrolero.

Escaló en la pirámide social y económica en cuestión de pocos años hasta convertirse en uno de los líderes sindicalistas de Petróleos Mexicanos más grandes del país, uno de sus imperios estaba en Salamanca.

Pero ¿quién es Romero Deschamps y cómo empezó en Salamanca?

Nacido en Tamaulipas, Carlos Antonio Romero Deschamps emigró a la ciudad de Salamanca donde inició como trabajador eventual en la refinería de Pemex, dos años después se unió al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.

A lo largo de su vida recibió cuestionamientos respecto a los orígenes de sus millones. Estos señalamientos fueron dirigidos de manera personal y para toda su familia quienes son dueños de distintas propiedades.  

Las 10 fincas de la familia Romero Durán

Los familiares de Carlos Romero Deschamps cuentan con al menos diez propiedades distribuidas en casas de zonas de lujo, residenciales, terrenos a pie de carretera y viviendas de interés social en el municipio de Salamanca. Todo un imperio inmobiliario de los que muchos cuestionan su origen.

Su ex esposa, Blanca Rosa Durán Limas de Romero, es dueña de un terreno en el Fraccionamiento Las Torres valorado en un millón 315 mil pesos. Además, posee cuatro terrenos en el predio rústico ‘El Recuerdo’ que suman 340 mil pesos.

La hermana, María Ester Romero tiene una finca de un valor de 3 millones 940 mil pesos con vista a un lago artificial más una finca adquirida para su hija, esta vale 2 millones 85 mil 667 pesos.

Alejandro Romero Durán uno de sus hijos, cuenta con un lote ubicado en el Fraccionamiento Campestre valuado en 80 mil pesos.

Estas son solo algunas de sus propiedades entre varias. Paulina, José Carlos y Alejandro han sido captados con ropa y accesorios de diseñadores. Los tres presumen de viajes en autos y yates de lujo, e incluso en aviones privados, además de comer en los restaurantes más caros y exclusivos.