El Hooligan regresó a la televisión y llegó hasta las instalaciones de ESPN para encontrar a José Ramón Fernández, y aunque destruyó escenografía, ató y arrastró al comentarista, al final, se reconciliaron después de tantos años.
Andrés Bustamante en su personaje del Hooligan retornó a la televisión tras de 16 años, desde el Mundial de Alemania, en 2016.
“Ya huele.Yo soy el Hooligan. Deja te lo limpio para que me vean bien. Miren nada más a quien ve voy encontrando…”, señaló tras rociar con una serpentina la cámara que lo captaba en las afueras del set.
“30 años buscándote, lo que pasa es que estás chiquito y no te veo”, agregó al referirse a José Ramón Fernández.
En el análisis de la final futbolera estaban Joserra, Hugo Sánchez, Rafael Puente Juan Carlos Osorio y David Faitelson cuando entró
al estudio de ESPN, vestido con una playera negra de tirantes que mostraba sus bíceps bien formados, su peinado mohicano, mientras hacía algunos destrozos en el set.
“Quiero decirles a todos que, con ustedes no tengo problema con ninguno, por su propia seguridad yo les pediría que se retiren del set, pueden quedarse ahí a disfrutar”, les dijo a los comentaristas que aceptaron la invitación del comediante y dejaron solo a Joserra.
Tuvieron en inicio una charla tranquila que poco a poco subió de tono; después de que pidió a Joserra rompiera una maqueta pequeña que simulaba el set, lo sentó en una silla y lo ató con una cinta gris para arrastrarlo afuera del estudio y pasar junto a los de Televisa y Azteca.
Después destruyó el set y finalmente dijo una verdad a Joserra quien estaba atado, lleno de serpentina y harina.
“Ha llegado el momento de decirte, durante 32 años te he correteado, te he golpeado, te mandé a Fútbol Picante. He sufrido muchísimo, ha habido tiempo que te persigo porque dijiste que mi hermana era muy fea, eso me dio mucha coraje”, le confesó.
“Pero yo nunca dije, era muy fea, pero nunca lo dije”, respondió el comentarista.
“Pero qué bueno que no tengo hermanas. Te pido una disculpa, feliz regreso a México. Lamento mucho todo lo que rompí, ¡sorry!”, culminó el Hooligan.