De acuerdo con cifras de integrantes del Grupo de Alergología Clínica y Experimental de la Universidad de Antioquia, Colombia, las alergias en general tienen una prevalencia de entre 20 y 40% en países de todo el mundo. Sin embargo, según registros de la Asthma & Allergy Foundation of America entre 7% y 8% de la población padece de algún tipo de alergia estacional, específicamente relacionada con la primavera.
“La primavera es una temporada de renovación y alegría, en la medida que florece la naturaleza. Pero para muchas personas, también es el comienzo de la temporada de alergias estacionales. Las alergias de primavera pueden causar una amplia gama de síntomas, desde estornudos y congestión nasal hasta lagrimeo e irritación de ojos y garganta con comezón”, explica Dr. Roberto Santos, Director Médico de Kabla, empresa líder en distribución de pruebas diagnósticas.
Añade que comprender los tipos de alergias estacionales y sus detonantes puede ayudar a controlar sus síntomas y a que las personas tengan una mejor calidad de vida. A pesar de que en la mayoría de los casos los síntomas no se consideran como “graves” o que pongan en peligro la vida del paciente, sin duda, son molestos y pueden interferir en sus actividades cotidianas.
Los tipos de alergias más comunes en primavera son dos:
- Rinitis alérgica estacional, también conocida como fiebre del heno;
- Conjuntivitis alérgica, que afecta directamente los ojos.
Ambas condiciones son causadas por la reacción del sistema inmunológico del cuerpo al polen, moho u otros alérgenos en el aire.
¿Qué las desencadena?
El polen de árboles, hierbas y malezas es el desencadenante más común de las alergias de primavera. A medida que el clima se calienta, las plantas comienzan a liberar polen en el aire para fertilizar otras plantas. Esto puede causar una variedad de síntomas, incluyendo estornudos, congestión, secreción nasal, ojos y garganta con picazón.
Las esporas de moho son otro desencadenante común de las alergias de primavera. A medida que el clima se vuelve más cálido y húmedo, el moho comienza a crecer en áreas húmedas, como sótanos, baños y cocinas. Esto puede causar síntomas como tos, sibilancias y opresión en el pecho.