dom. Dic 22nd, 2024

Por Yolanda Cantú
La felicidad no es sentirnos con pilas todos los días y ser el ajonjolí de todos los moles. Tampoco son los reconocimientos, seguidores. y “likes” que se pueden tener en redes, y mucho menos las posesiones materiales que constantemente se percibe en una sociedad acumuladora que promueve el consumismo total, despertando en nosotros impulsos de competencias voraces como el “verdadero” amuleto de la “felicidad”.
Para ser felices no se necesita de mucho, sino más bien el ir profundizando en nosotros mismos, analizando nuestras emociones, metas pendientes, y el cuidado personal integral son el camino para ir poco a poco dándole una perspectiva diferente a nuestra vida.
Es mediante el trabajo diario en nuestra mente, cuerpo y alma como poco a poco vamos a ir aprendiendo a reconstruir y trabajar en nuestras necesidades reales, desnudar el alma ante un espejo y reconocernos tal cuales somos. No es tarea sencilla ya que debemos ser lo suficientemente valientes para romper con mitos, tabús y quizá dogmas de las personas más cercanas a nosotros. Quitarnos ese adiestramiento de ser “buenos” antes los ojos de los demás, pero sin duda traicionarnos a nosotros(as)mismos(as).
Pareciera que cada día nos hacemos más esclavos y le damos el control a los demás, sin escucharnos y responder genuinamente la pregunta ¿quién soy de verdad?, sintiéndonos más vacíos que nunca aún. La felicidad verdadera es poder reestructurar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones a través de echarse un clavado en el interior de tu ser. Recuerda que todo cambio es un proceso que toma tiempo, y no hay mejor inversión que la que hacemos en nosotros(as) mismos (as) de adentro hacia fuera.
Te recomiendo los siguientes tips que me han llevado a reeducar la felicidad para poder sentirse mejor consigo mismo (a).

  1. Mindfulness o Ejercicios de Respiración Profunda; Aprender a realizar ejercicios de respiración cada mañana por 5 minutos: Antes de empezar arancar el día, agradecer que estas vivo, y hazte consciente de tu cuerpo. Empieza de pies a cabeza escuchando sus sensaciones, latidos y agradece que estás vivo (a) Ejemplo: aplica la regla 5-5-8.
    Inspiras 5 segundos.
    Aguanta 5 segundos.
    Espiras en 8 segundos.
  2. Metas realistas con fecha y hora; sí eres como yo a la antigüita, una libreta, diario, hoja o bien el bendito celular en una hoja de notas puedas escribir acciones concretas, con verbo medible, actividades y resultado para llevarlas acabo. Esto hará que tu cerebro tenga aprendizajes tangibles y por ende reeducarlo. Es muy importante que sean objetivos realistas, es decir que en el corto- mediano plazo los puedas realizar: Identificar mi gasto semanal en una hoja de Excel cada sábado por la mañana después del desayuno con la finalidad de ser más consciente de evaluar mi ahorro y gasto.
  3. Sueño; recuerda que es importante tener periodos de descanso. Tu cuerpo necesita reactivarse y es vital que te desconectes cada noche para poder tener claridad todos los días. Te invito a que 2 horas antes de irte a dormir desactives tu celular para que ayudes a tu cerebro desconectarse del bullicio y contaminación visual que entra por nuestros sentidos.
  4. Darle nombre a las emociones y sentimientos; es de suma importancia que te hagas conscientes de cómo se siente tu cuerpo ante ciertas circunstancias. Recuerda que debes hacerte consciente del porque reacciona de determinada forma. Puedes tener un diario y registrarlo. Ojo; es importante hacer para darnos cuenta qué es, ya que una emoción es meramente física y un sentimiento tiene que ver con acciones repetitivas que nos generan un estado emocional hacia una persona. Este último tiene que ver más con nuestras huellas psicológicas de figuras de autoridad, pares y medio que nos rodea.
  5. Mantente activo; una caminata de 10 minutos diarios por la cuadra, subir 5 veces las escaleras o simplemente dejar tu coche 2 cuadras de tu oficina, hará una gran diferencia. Empieza poco a poco y notarás un cambio genuino. Utiliza alguna app o reloj inteligente que fácilmente puedes ir monitoreando tus pasos, ritmo y frecuencia. Te aseguro te motivará a ir incrementando tus seguimientos.
    Cuéntame como te fue y te leo en la próxima edición.
    Buen Día.

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