Ayer domingo de ramos empezamos a vivir la Semana Santa, semana mayor para los cristianos significa acompañar a Jesús en su pasión, muerte y resurrección.
Es el misterio de la Fe, que nos lleva a morir al pecado y entregar a Dios un corazón limpio.
En una semana recordaremos los acontecimientos de hace más de 2,000 años que nos invitan a la reflexión, a interiorizar en nuestra propia vida.
Dejar atrás penas, dolor y sufrimiento; para salir con Jesús triunfantes a la vida nueva, gracias a su resurrección.
Por Fe, asistimos a los oficios, que nuestras iglesias programan en conjunto con los feligreses. Para encontrar el sentido de nuestras vidas, a nuestro propio dolor, sufrimiento, lo que hemos vivido como traiciones, engaños, humillaciones de personas que a veces son las más cercanas a nosotros.
Perdonarnos a nosotros mismos por las veces que fallamos, perdonar a los que nos han hecho sentir mal de manera consciente o sin darse cuenta, buscar vivir en hermandad en unidad haciendo comunidades fraternas, de amor y servicio.
Previo a esta semana vivimos la cuaresma, días de preparación para llegar a estos días santos que si nos lo hemos propuesto, viviremos para fortalecer nuestra propia FE y ser luz para los demás.
Deseo que estos días sean para ti de reflexión y oración para tu bien y que vivas una vida plena, encontrando en la Fe tu fuerza y propósito de vida.
Luz María Ortiz Quintos
Instituto Nacional de Consultoría Familiar ac