HERMOSILLO. – Sin las condiciones laborales y humanas para realizar su trabajo, han renunciado a su empleo por miedo 36 agentes municipales en Cajeme, Sonora.
Lo anterior, durante la última semana y luego de que los grupos armados han rebasado a la autoridad y al gobierno, mientras los policías están indefensos y sin las condiciones para enfrentar al crimen organizado.
La decisión de renuncia se da tras el secuestro de tres policías y por los altos índices de inseguridad registrados en los primeros seis meses del año que dejaron tres de sus compañeros asesinados.
La situación de las policías municipales, especialmente en el caso de Cajeme, es preocupante, es indispensable que los tres niveles de gobierno reevalúen la estrategia de seguridad en los municipios del Valle del Yaqui y se dignifiquen a las policías locales, exigió
Krimilda Bernal Hoyos, titular del Observatorio Sonora por la Seguridad.
El viernes pasado, alrededor de las 20:30 horas hombres armados llegaron en varios vehículos a un convivio donde se encontraban los policías a los que secuestraron, sin que hayan aparecido hasta este domingo.
Lo agentes municipales están adscritos a la Comisaría de Pueblo Yaqui, y se trata del comandante Marco Antonio López Félix y sus dos hermanos, quienes son elementos en activo.
De acuerdo a Bernal Hoyos la situación de violencia en Cajeme, como el asesinato de tres policías municipales durante los últimos seis meses, son un fuerte indicativo de la necesidad de reforzar a las corporaciones locales de todo el estado, toda vez que la violencia también ha llegado a lugares como Caborca, Guaymas y San Luis Río Colorado.