sáb. Dic 21st, 2024

Gerson Gómez

El disfraz es magnífico. Una joya de los eufemismos. El invento propagandístico con cheque de entrada en las tesorerías de los medios de comunicación. Pasamos de las notas como inserción pagada o firmadas como staff, al universo de los influencers, tik tokers, las redes sociales, la nimiedad de la internet y el material desechable. La leyenda de Contenido Orgánico es la salida en falso de la información parcializada. Sin el rigor del contenido. Al abrir las páginas en papel o los portales de los informativos, el engaño ya picó en la mente de los lectores. Nos llevamos la impresión de la funcionalidad de los políticos. En la mesa de nuestras casas hablamos sobre el nuevo mezcal producto de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UANL. Todo cuesta. Los mercadólogos y los publicistas ofrecen paquetes Prêt-à-porter para los inversores. En otra forma descarada, las revistas lanzan, campañas enteras de posicionamiento de los aspirantes a puestos de elección popular. Panorámicos masajeados con Photoshop. Tirajes completos antes de la visita al estado, la ciudad o el barrio, del supuesto salvador, el cretino con la fórmula mágica para cambiar lo viejo. El alquimista de la suciedad, los negocios al amparo de la información privilegiada. Acostúmbrese al contenido orgánico del mentiroso. A la avalancha de basura preelectoral antes del 2024. Las compañías de artículos promocionales ya trabajan jornada completa y ampliada. Se soban las manos sus dueños. La bonanza está por llegar. Todo será una promesa. El canto de las sirenas, tritones y de las criaturas del océano de la basura ciudadana. Entre ellos deberemos elegir a los iluminados. A los de moda. Al whitemexican del contenido orgánico. Nuestros verdugos. La pléyade de desmemoriados. Desde aquí les recodamos sus pecados.

sonico2@hotmail.com

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