Cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indican que en el país hay más de 9 millones de jóvenes que trabajan; sin embargo, de esta cifra, el 44.9% tiene una remuneración máxima de 5,186 pesos mensuales, por lo que compartir gastos con otra persona les resulta una alternativa viable para desarrollarse fuera del hogar de sus padres.
“Existen ventajas de compartir un espacio con dos o más personas, las cuales van desde la más práctica que es solventar gastos de alquiler y servicios, hasta la división de tareas domésticas, apoyo y seguridad o incluso el intercambio de habilidades y conocimientos en ámbitos como el estudio o el trabajo. Algunas ventajas adicionales de habitar en esta modalidad son mejores servicios, amenidades y ubicación”, explica Leonardo González, Analista Real Estate de Propiedades.com.
Busca el tipo de compañero de cuarto que más te convenga.
Fiestero
Es el tipo de roomie que siempre está de buen humor y contagia a las demás personas. Son personas muy sociales por lo que la vivienda que comparten estará casi siempre invadida de invitados.
Fantasma
Es el roomie que sabes que está contigo viviendo bajo el mismo techo, porque la renta está pagada a tiempo y de vez en cuando coinciden a la hora del desayuno o la cena. Pasa muy poco tiempo en el domicilio y solo ocupa el espacio para dormir o descansar durante tiempos muy breves.
El amoroso
Siempre lo vas a encontrar acompañado de una pareja diferente en la casa o departamento donde habiten. Solo procura recordar el nombre de su pareja en turno.
Princesa o príncipe
Este tipo de personas siempre están buscando que alguien más realice sus tareas o pendientes en el hogar, que tú o alguien más tenga que lavar los trastes, barrer, trapear o asear.
Mister limpieza
Si decides compartir espacio con este roomie encontrarás toda la casa en orden y limpia a cualquier hora del día.