CDMX.- El cerebro —órgano maestro del cuerpo humano— da señales de alerta cuando algo anda mal y es importante atenderlas. Llevar una alimentación saludable y mantenerse bien hidratado evita riesgo de autofagia (que se coma a sí mismo), lo cual puede derivar en deterioro neurológico, alteraciones de sueño, carácter y emociones, alertó el neurocirujano del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Octavio Jesús Arroyo Zavala.
“El cerebro llama nuestra atención de muchas maneras: con sensación persistente de hormigueo en alguna parte del cuerpo, falta de fuerza, pérdida de sensibilidad, problemas en percepción de tacto, visión, audición, gusto, olfato; vértigo, dolores agudos de cabeza; alteraciones del habla, equilibrio, memoria, conducta y estado de ánimo”, señaló el también jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”.
“A veces no les hacemos caso a estas señales; tomamos una aspirina, hacemos remedios que nos recomiendan otras personas y hay que ponerles atención para evitar daños mayores a la salud. Acuda a su clínica del Issste con su médica o médico para una evaluación profesional y aclarar cualquier duda.”
Entre las patologías más frecuentes, detalló, la más importante es el trauma por accidentes; les siguen lo que conocemos como enfermedades vasculares cerebrales (EVC): hemorragias, embolias y trombosis; tumores; enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson; en el campo de trastornos de la conducta: depresión, ansiedad y trastornos por adicciones.
Es relevante hacer hincapié en que “ese cerebro que todos tenemos puede engañarnos, tener ideaciones, imaginaciones y ahí entran los procesos siquiátricos, que tiene un origen importante, orgánico y bioquímico”, enfatizó.
“Este magnífico órgano nos da todas las características por las cuales somos humanos: pensar, sentir, analizar y crear. Aproximadamente, llega a pesar mil 300 miligramos y consume 20 por ciento de toda la energía y el oxígeno del organismo”, afirmó Arroyo Zavala.
Además, “tiene una cantidad de agua de 70 a 75 por ciento, pero sorprendentemente, 60 por ciento de su peso es grasa, entonces es como si fuera un flan, pero en toda esa característica gelatinosa reside nuestra imaginación y nuestros sueños”, enfatizó.
La alimentación saludable, nutritiva y equilibrada, así como una adecuada hidratación a base de agua es determinante para cuidar la salud de nuestro cerebro, concluyó el neurocirujano del Issste.