Ixtoc Hinojosa Gándara
Desde la creación de un frente común electoral en el 2021, donde intervinieron no solo las fuerzas políticas sino también un sinfín de organizaciones y actores de la sociedad civil para la creación y conformación de una oposición fuerte ante el ataque y la amenaza de un régimen autoritario y muy poco democrático, ha existido una constante… la negativa de Movimiento Ciudadano por sumarse a estos esfuerzos, lo cual despierta demasiadas y muy fundadas sospechas. Desde el origen de su líder y coordinador nacional, o mejor dicho su dueño, Dante Delgado hasta el hecho de que si la pasada elección federal este partido se hubiera unido al Frente Va por México la mayoría simple de la Cámara de Diputados estarían en manos de la oposición y no estaríamos en el riesgo de leyes absurdas como las que formaban parte denominado Plan B, el cual por cierto se les cayó por su desaseo legislativo.
Podrá entenderse coyunturas de carácter local como la que se presenta en Nuevo León, donde tenemos a un gobernador obsesionado en su falta de disposición al diálogo, el cual ha sumado a las filas naranjas muchos municipios del área rural a base de promesas de recursos estatales y quién sabe que otros beneficios. Situaciones locales, como la anteriormente mencionada, no eximen a este partido de defender los intereses patrios para no caer en un autoritarismo que nos acerque peligrosamente a una dictadura.
Últimamente han salido a relucir voces dentro de este partido para que se discuta la posibilidad de reunirse al esfuerzo opositor, pero a la que parece que el Sr. Delgado y los muchachos que conforman el grupo Nuevo León Naranja hacen oídos sordos e insisten en construir una opción diferente para el 2024, para lo cual las diferentes encuestas y demás proyecciones no les auguran mucho éxito que digamos, más bien sus verdaderas intenciones radican en construir una opción sólida para el 2030. Pero lo que no parecen ver es que ante un posible triunfo oficialista la democracia mexicana, como apenas empezamos a construirla, podría desaparecer ante la amenaza de los destructores de instituciones que son los morenistas.