Gerson Gómez
Leyenda Morgan. Seis casos de sensacional policiaco de Jaime Muñoz Vargas
El Teniente Morgan puede vivir en cualquier esquina. Es un hombre con pasado. Morgan no es un apellido de policía, es el sobrenombre derivado del apellido de un jugador de beisbol al que este “teniente” se parece. Lean este libro, hallarán el viejo placer de encontrarse con una historia contada de manera espléndida, con un escritor que sabe su oficio, un maestro que usa el lenguaje con sabiduría. Se toparán con relatos sobre el alma humana, con relatos que desgarran, conmueven y emocionan. Relatos sobre los que caminan al borde de los abismos, sobre la frágil línea entre la vida y la muerte.

Muerte caracol de Ivonne Reyes Chiquete
En cada uno de los giros de esta novela caracol, Ivonne Reyes Chiquete nos plantea preguntas: ¿Qué es más violento, un trabajo cotidiano, hostil, o un descuartizamiento que ocurre en una novela? ¿La ficción es un escape de la realidad? ¿Qué hace a un asesino? ¿Basta que se den las condiciones propicias para que cualquiera pudiéramos convertirnos en uno? ¿Alguna vez has matado en tu imaginación? ¿Es la sociedad actual un generador de asesinos en serie?
En un múltiple registro narrativo, esta novela juega con estructuras, voces, personajes, tiempos, guiños a casos reales y pistas que el lector irá descubriendo, a la vez que nos entrega al menos una certeza. ¿Quiénes tienen mayores posibilidades de salir ilesos de la espiral violenta del día a día en nuestras ciudades modernas? Los lectores de novela policiaca.

Oscura punta de Ethel Krauze
En cada uno de estos poemas se narra el origen del desarraigo a través de un abuso que emerge y se adentra en los recovecos de la existencia. Hay paisajes resplandecientes que son captados por la mirada, pero también hay una vista enceguecida por el dolor. Sin embargo, existe aún la ternura para tocar los elementos de la naturaleza y enunciarlos. En este libro, la fuerza y la precisión de las metáforas dan cuenta de lo que los otros no nos pueden arrebatar: la libertad de construir por medio de la poesía un lenguaje propio que reescriba nuestras historias.

Libro de la vigilia de Carolina Olguín
El blanco a donde se dirigen los poemas del Libro de la vigilia es esencialmente la realidad y sus construcciones volátiles, su frágil condición que depende de la mirada para sostenerse. El desplome de esa construcción debe ser contemplado, por eso la poesía exige la vigilia, la acechanza, un proceso de desvelo, quitar el velo y comenzar a ver hacia el fondo porque “es imposible continuar mirando sin ver”, dice uno de los poemas. Habrán de nombrarse el horror y la belleza; habrá de aceptarse el misterio; habrá de encontrarse un sonido “distinto al parloteo”, y así sucede en el libro.
A la caza de fantasmas, de mitos antiguos perdidos en la modernidad, el Libro de la vigilia mantiene su poética y la amplía en esta segunda edición, que incluye además algunos poemas nuevos con los que sostiene su tono original.