En 1999, el Parque de vida silvestre Pilanesberg en Sudáfrica se enfrentó a un hecho desconocido: una serie de atacantes juveniles estaba agrediendo y matando al rinoceronte blanco que tanto tiempo estuvieron protegiendo.

¿Porqué era un hecho desconocido? Porque los asesinos no eran seres humanos, sino jóvenes elefantes.

¿Por qué lo hacían? Del mismo modo que los delincuentes juveniles humanos: habían crecido sin modelos a seguir. 

20 años antes, en otro parque, la población de elefantes fue superada y no tenían a dónde reubicarlos así que decidieron matar a los adultos y dejar a los pequeños, que eran más fáciles de transportar a otros lugares.

Este programa creó toda una generación de huérfanos traumatizados arrojados al parque Pilanesberg sin ningún adulto que les enseñaran cómo comportarse. Estos huérfanos solitarios se convirtieron en adolescentes problemáticos y las agresiones y los asesinatos comenzaron. 

Ante la falta de reformatorios para elefantes, los investigadores decidieron matar a la mitad de ellos, hasta que encontraron la solución: los guardaparques comenzaron a buscar modelos a seguir.

Los  elefantes más grandes y viejos establecieron una nueva jerarquía, ellos contenían, disuadían y educaban a los elefantes más jóvenes. 

Así como en Pilanesberg aprendieron de este evento, la Biblia nos muestra muchos ejemplos de pequeños criados sobre las rodillas de los abuelos, y la importancia de guiarnos por ellos.

Grandes desastres pueden suceder si no lo hacemos.

“Criarse” en las rodillas de los abuelos endereza el comportamiento. Crecer a los pies de un buen maestro, también.

¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Job 12:12 | Lv. 19:32 | Dt. 32:7 | 2 Sm. 2:14 

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