Ixtoc Hinojosa Gándara
Los que presenciamos aquella reñida elección del ya lejano 2006 vimos crecer como la espuma a alguien que se agenciaba para sí y a su movimiento la esperanza de México, tanto así que como sobrenombre le llamaron “Un rayito de esperanza”. En las líneas anteriores estoy hablando del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. A nadie le es desconocido que la llegada al poder de este personaje desilusionó a más de la mitad de los que votaron por él en el 2018. Y si a algo le deben su triunfo los gobernadores y gobernadoras morenistas es a la personalidad para algunos carismática del presidente, no así a sus logros porque sucede un hecho muy extraño en que la popularidad del Ejecutivo Federal está alrededor de un 60%, todas sus políticas de gobierno se encuentran en niveles reprobatorios para cualquier entidad de gobierno.
Hasta hace no más de 3 meses el proceso que llevaba a cabo la oposición para erigir una figura que le diera pelea a la maquinaria oficialista y al uso ilegal de los recursos públicos. Pero de repente después de tramitar un amparo para que le fuera respetado su derecho de réplica en la misma forma y lugar en que este fue denostado. López Obrador no se dio cuenta que al negarle este derecho y cerrarle en sus narices la puerta de Palacio Nacional a Xóchitl Gálvez estaba impulsando y haciendo crecer a una figura respaldada, no por la élites de los partidos políticos, sino por la ciudadanía y todas las organizaciones de la sociedad civil que empujaban el esfuerzo de construir el Frente Amplio por México.
Y en un poco más de 8 semanas la Senadora Xóchitl le devolvió sabor a la contienda y que da pie a un arranque parejero contra la ya muy cantada oficialista. Es tiempo ahora que ayudemos a construir este Frente Amplio por México en todas las entidades de este país, donde no se pueda, no contribuir a un desmembramiento de este esfuerzo nacional. Como bien lo dice Xóchitl: en México la esperanza ya cambió de manos y nos pertenece a nosotros, a las y los que creemos que México merece más.