Raúl Guajardo Cantú
Hay una frase muy conocida por los economistas que dice “no hay una comida gratis”, se sigue de ahí que aunque alguien la reciba gratis, la comida tiene un costo y ese costo alguien lo paga. Así pues no hay una comida gratis, alguien paga SIEMPRE por ella.
Así, si un grupo de candidatos de un partido, en este caso Movimiento Ciudadano, se ofrece a trabajar gratis, hay qué analizar quién pagará realmente el trabajo que ellos realicen, porque, ya lo señalamos, en este mundo nada es gratis, hasta las redes sociales tienen un costo, independientemente del internet que se requiere para utilizarlas, y ese costo consiste en los datos del usuario, que generalmente son vendidos a los anunciantes, así es que, volvamos a la pregunta ¿quién pagará por el trabajo de los candidatos en caso de llegar a ocupar una curul?
Porque, además, en un país en el cual la corrupción es uno de los temas principales para los ciudadanos, ¿quién va a creer realmente que el espíritu de servicio es el que mueve a estos aspirantes a diputados locales?
¿De verdad creen que alguien les va a comprar el discurso de que ellos no requieren trabajar, al menos no en cargos públicos, para vivir? ¿o más bien la gente pensará que “así han de estar los moches” para que no les importe el sueldo, por cierto muy por encima de lo que ganan muchos de los votantes?
Parece, eso sí, un golpe de efecto, una promesa vana, como la que hiciera en su momento el gobernador Samuel García, quien parece que se dio cuenta de su error y no volvió a tocar el tema. Pero aún en el caso de Samuel, nunca se dijo directamente a qué dependencia donaría su salario, ya que le primero de sus cheques aseguró destinarlo a apadrinar tres escuelas de educación básica.
Pero en fin, vamos a ver qué hacen los aspirantes naranjas con su salario, a ver si sus donaciones son transparentes y el DIF también transparenta a qué dedicó ese dinero, si no es así, lo más probable es que se preste a sospechas de todo tipo. Pero también que su trabajo sea transparente, que se le ponga lupa a sus decisiones, no vaya a ser que por ahí venga la compensación.
Porque, dígame usted, en una época como la actual, en donde todo es más caro cada día, ¿a quién le gustaría trabajar sin cobrar, solo hacerlo por amor al arte? Y por favor no me vaya a decir que usted pensó en que a los políticos, a menos de que sea muy mal pensado y crea que el sueldo no significa nada para ellos porque siempre, siempre, tienen otros datos.