vie. May 9th, 2025

Lorena Gurrola

Insisten mis estudiantes entre clase y clase, preguntándome mi opinión sobre las elecciones y sobre política, me inunda de felicidad que quieran hablar de ello, sin embargo, siempre me rehúso a hacerlo, porque esperan que les diga por quién votar; no quiero influenciarlos, les digo.

Me limito a invitarlos a participar en el proceso, me inclino por pedirles que se informen, que lean y que reflexionen; pero sin darles esta indicación puntual que ellos esperan sobre, cuál es la mejor opción, para votarla este 2 de junio.

Y es que están tan acostumbrados, talvez por su edad a que alguien les diga cómo hacer las cosas; como es en su dinámica familiar, o a qué alguien les califique la toma de decisiones; es decir, les diga si su intención del voto es buena o mala, habituados a la evaluación de sus docentes; y creo que justamente el ejercicio demanda que aprendan a pensar y decidir por sí mismos.

Lo cierto es, que no existe una respuesta correcta y una equivocada; ya que el ejercicio también es de opinión, implica reflexionar ¿Quién es para ti, la opción que mejor representa tus intereses?, y aquí tendríamos que advertir, que sus intereses, jóvenes estudiantes, pueden diferir de los de padres de familia o tutores, abuelos y profesores.

Pregúntate ¿Qué necesitas que tu representante trabaje por ti? Y reflexiona en tus necesidades de vivienda, tus oportunidades de empleo, de educación, salud y otros; valora las problemáticas sociales que te aquejan, y considera que esta agenda temática no necesariamente es la misma que tienen otras generaciones que te preceden y ahora atina a pensar quién crees que vería mejor por ti y por tus intereses. Se vale equivocarse, y si sientes más adelante que erraste, asume la responsabilidad de haber tomado una mala elección, y revira el camino, buscando esta vez decidir mejor, buenos maestros son los grandes errores también.

Agradezco que, por mis estudios, formación profesional y por mi trabajo contigo frente a grupo, valores mi opinión, y me tengas la confianza para preguntarme ¿por quién votar? Pero en ese mismo tenor, lo mejor que te puedo responder, es, por quién sea que tú quieras, lo importante es que lo hagas. Decidas lo que decidas, si este 2 de junio saliste a votar, yo tendré la dicha de creer que algo bueno estoy haciendo con mi trabajo por tu educación y por el reto más grande que tenemos, que es vencer la apatía; más aún, si me dices que decidiste libremente, mayor será mi orgullo.

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