Luz María Ortiz Quintos
La familia es la base de la sociedad, es el pilar en el que se crea y se integran las personas que conformarán la figura del padre y de la madre con la llegada de los hijos. Con la idea de lograr una vida en armonía y unión familiar; se recomienda siempre se mantenga elementos base como el amor, el respeto, la comprensión, y el apoyo mutuo en el trato de los integrantes de la familia. Esto desarrollará el ambiente que será determinante para que los hijos aprendan e imiten su comportamiento, su conducta, sus hábitos y sus costumbres. La presencia del Padre en la vida y en la educación de los hijos, tiene la misma importancia y relevancia que la de la Madre. El papel del Padre es una pieza fundamental en la formación y en el desarrollo de la personalidad de los pequeños, aporta seguridad, confianza y responsabilidad a los hijos. Influye en el buen desarrollo cognitivo y socioemocional de los pequeños y tiene beneficios específicos y distintos a los de la Madre. El vínculo es indispensable, hoy como siempre es fundamental que el Padre esté presente en la dinámica familiar, participando e involucrándose con ellos de una manera positiva. Algunos tips a considerar son: El saber escuchar a sus hijos y esto es no solo oír lo que dicen, sino entender cómo lo dicen y lo que quieren decir, para comprender y saber actuar, para guiarlos, aconsejarlos, acompañarlos y ayudarlos en las diferentes etapas de su vida. Compartir tiempo de calidad con los hijos e hijas. Y también en cantidad; como Padre es tener la capacidad para fortalecer los vínculos de la familia y que todos sus integrantes sepan valorar lo que tienen en casa. Jugar y divertirse con ellos, es ser capaz de entrar en su mundo y así tener un tiempo para brindar una educación óptima, que es no solo dar conocimiento, es también que sepan que son los valores morales, principios y costumbres de la familia. Establecer normas claras, una educación con amor y firmeza básicamente los primeros años de la vida de sus hijos, y mantener la comunicación efectiva y la confianza durante su adolescencia. Esas normas se deben explicar y facilitar de acuerdo a su entendimiento al dar ejemplos y asegurar la comprensión de que se puede lograr o perder, porque sirven de guía para los niños en su desarrollo. Motivar a sus hijos, a trabajar por sus sueños, conocer qué es lo que les gusta y apoyarlos. La práctica de actividades extracurriculares como, por ejemplo: música, arte, deportes, etc. Respetar su desarrollo, y hablar de acuerdo a su madurez biológica y psicológica sobre la educación sexual. Aplicar una disciplina positiva, en la conciencia de que toda acción, tiene una consecuencia, y será con lo que vivirá el resto de su vida. Reconocer las habilidades, talentos y capacidades; si se requiere apoyo adicional, proporcionarlo. Convivir con ellos, y conocerlos tanto su lenguaje verbal y no verbal y darle las herramientas socio emocionales para una vida plena. Amar a sus hijos de manera incondicional, es por todo esto que el ser Padre de Familia se convierte en la labor más importante, trascendente y en ocasiones muy poco valorada. El Padre es un superhéroe que debe enfrentar sus propias batallas, miedos e inseguridades, y superarlas. Para ser ese pilar de Fuerza, Seguridad, y Protección que los hijos necesitan a cualquier edad. Hoy quiero felicitar a todos los Padres que día a día trabajan, se superan, se esfuerzan y dan todo de sí mismos para la construcción de su FAMILIA. ¡Dios los bendiga!