sáb. May 17th, 2025

Cosas del Tony

Por: Antonio Sánchez R.

Desde hace muchos, muchísimos años, que se tenía una no muy vaga idea de que cada gobernador en turno tenía a su disposición una llamada “Caja Chica” que, según quienes saben de esto, no era ni tan chica, pues alcanzaba para cubrir muchos de los gastos extra oficiales que surgían en el camino.

Con el paso de los años, se fue convirtiendo en un secreto a voces que aquella “fuente” de la que brotaban los recursos a borbotones, era nada más y nada menos que de la empresa paraestatal Agua y Drenaje, misma que desde hace décadas se ha convertido en el organismo más cuestionado, no sólo por la poca o nula eficiencia en sus servicios, sino por la corrupción imperante en la misma.

Las “fugas” de capital, los movimientos administrativos sospechosos, en fin, una serie de irregularidades que jamás fueron aclaradas, fueron y han sido parte de la negra historia de una empresa que tendría qué manejarse de una manera más clara que ni el agua.

Hace poco más de un año, desde este mismo espacio, comentábamos que Agua y Drenaje estaba incurriendo en cobros excesivos en los recibos y que por más que se protestaba, no había marcha atrás: o pagabas o pagabas. En aquellos meses, señalamos la posibilidad de que esos recursos ingresados a “la brava”, serían destinados a las campañas de los candidatos de Movimiento Ciudadano.

El tiempo nos dio la razón, pues han salido a flote muchas cosas “chuecas”, algunas ya sabidas y otras que teníamos en un “sospechosismo” certero en el que la figura del FosfoGober se situaba en primera plana. Ya saltó la liebre y según datos oficiales, el imberbe gober está acusado de desvió de recursos no sólo para las campañas de los candidatos de su partido, sino también para su propia y fallida campaña presidencial.

A flote surgió aquel famoso “guardadito” del gobernador interino, Fernando Elizondo, quien confesó que, vía Agua y Drenaje, se había conseguido un “guardadito” de poco más de 3 mil millones de pesos. Años después, el “guardadito” se hizo humo, desapareció, pero queda como evidencia de que, con artimañas o peripecias administrativas, se pueden conseguir otros “guardaditos”.

Nada más para que se den una ligera idea de cómo pudo haberse creado otro “guardadito”, existen muchas dudas en torno al trabajo de mantenimiento que se debe realizar no sólo a las tuberías que surten de agua a Monterrey y su área metropolitana, sino también a los puntos de recepción para su tratamiento y posterior distribución.

Desde casi tres meses antes de que se reportara la falla en el ducto de La Huasteca, en San Pedro Garza García ya se registraba un olor extraño y un sabor terroso en el agua que se recibía en los hogares. Uno de los primeros detalles que advertimos fue lo ya antes señalado: la nula atención a los puntos de recepción de esa agua, cero mantenimiento, cero insumos para la trata del agua.

Luego vendría la famosa “falla”, la rotura de uno de los ductos, misma que se da, sin lugar a dudas, por la falta de supervisión y mantenimiento en esa zona, esto es, “ahorros” a través de una evidente falta de personal que atendiera precisamente ese sector y pudiera haber detectado a tiempo la mencionada “falla”.

La “Caja Chica” funcionó a la perfección. Brotaron lo recursos para cubrir las campañas de Álvarez Máinez y, seguramente, de la Marianis y para nada, perdieron, pero esta última todavía cree que puede llegar a la alcaldía regia, lo cual se antoja muuuy difícil.

Pero lo peor está por venir: Agua y Drenaje, con la anuencia del FosfoGober, tiene proyectado el cobro de una “cuota especial”, aplicable al recibo por el “servicio”, para cubrir los gastos de reparación de la “falla”, una falla que tendría qué pagarse con los recursos que ingresan de manera regular a la empresa. ¿Por qué tienen qué pagar los usuarios por la negligencia de quienes dirigen dicha paraestatal? Ahó se las dejamos de tarea…

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