sáb. Dic 14th, 2024

Luz María Ortiz Quintos

De acuerdo a la real academia de la lengua española la definición de sentido son los conocimientos y las creencias compartidos por una comunidad y considerados como prudentes, lógicos o válidos. Se trata de la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable. Al hablar de sentido común nos encontramos que, en estos tiempos es muy frecuente vivir sin sentido común, ya no seguimos las reglas de convivencia que nos forman para tener un buen comportamiento, nos enseñan a vivir en paz y armonía. Otro tipo de normas que no se respetan son las reglas de etiqueta, también conocidas como buenos modales que indican formas de vestir de acuerdo al lugar o al evento que asistimos. Lo que hoy predomina es la falta de valores y virtudes con la que vivimos, hemos fallado con las nuevas generaciones, no hemos sabido ser ejemplo, enseñar a nuestros hijos el discernimiento entre lo bueno y lo malo, caímos en la cultura del relativismo, esto es que nada es bueno, nada es malo. Modas impuestas a conveniencia de los intereses económicos de unos cuantos, es una crisis moral y esto va en aumento con la pérdida del sentido de lo justo, lo ético, lo sobrio, lo razonable, estamos siendo llevados por modelos de conductas sin estar conscientes que esas propuestas de comportamiento lo que han logrado es la deshumanización, el egoísmo, el engaño, la traición y la mentira, lo vano y lo superficial. Y estos comportamientos están generado en las personas enfermedades psicológicas como la depresión, el suicidio, los vicios, consumo de drogas, alcohol, consumo de pornografía al alcance de personas de todas las edades. La educación de la persona no solamente es en él área académica de conocimientos científicos, se ha dejado de lado o se han olvidado por completo los conocimientos teológicos, psicológicos, antropológicos, filosóficos que ayudan a comprender a la persona desde su sentido de trascendencia. Y por otra parte hemos dejado de lado el pensamiento crítico, aquel que nos permite tener un criterio propio de acuerdo a nuestro conocimiento. Papás despertemos, en tu interior existe una voz que te dirige y hace sentir cuando vas por buen camino, atrévete a seguirla, nunca dejamos de ser padres de familia, de educar, acompañar y cuidar a nuestros hijos; finalmente nadie quiere lo mejor para ellos como nosotros sus padres.

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