Raúl Guajardo Cantú
Aunque parezca prematuro, la campaña en pos de la gubernatura de Nuevo León ya comenzó, hemos comentado anteriormente que las acciones que emprendió Samuel García, actual gobernador, en contra del triunfo electoral de Adrián de la Garza en la contienda por la alcaldía de Monterrey se enmarcan en ese contexto.
El plan original de García, que su esposa ganara la alcaldía y desde ahí impulsarla por la gubernatura, para mantenerse él en el candelero por aquello de que se pudiera ofrecer una nueva aventura presidencial, se vino abajo cuando el resultado electoral del pasado 2 de junio no fue el esperado.
Adrián sabe que esta puede ser su segunda oportunidad para alcanzar la gubernatura y que hoy está mejor posicionado que hace tres años, principalmente por contraste, ya que el gobierno de Samuel García no ha cumplido con las expectativas levantadas durante su campaña y muchos se preguntan si no habría sido mejor votar por él hace tres años.
Sin embargo, dos posibles contendientes por el puesto están intentando sumarse a la contienda, ambos fueron candidatos a la senaduría por Nuevo León, uno de ellos, Waldo Fernández, ganó, el otro, Luis Donaldo Colosio, quedó en el segundo puesto.
Lo interesante del caso consiste en que, siendo LDC abanderado por Movimiento Ciudadano, actual partido gobernante en el estado, y además un candidato “natural” a la gubernatura, ha sido desplazado por García, quien intenta hacer de Nuevo León su feudo particular, aunque también este proyecto pudiera venirse abajo en breve, acerca de lo cual escribiremos en otra ocasión.
Según versiones de algunos colosistas, la campaña de este fue obstaculizada de tal forma por el actual gobernador, así como también la operación electoral, que llegó un momento durante el conteo de votos en que LDC apareció en el tercer lugar, por debajo de los candidatos de la alianza PRI-PAN.
Esta pugna no es nueva, de hecho en algún momento de sus campañas rumbo a la alcaldía y a la senaduría, Colosio asumió el control total de estas, por considerar que no estaba siendo cobijado por el partido, mucho menos por su compadre García.
Lo que resulta nuevo en el escenario es la irrupción de Waldo Fernández, quien bajo el cobijo de Morena, fue quien encabezó la fórmula ganadora para la senaduría, un logro si se analiza que este partido no tiene un voto duro en el estado, o al menos no lo tenía hasta las pasadas elecciones, aunque quizá el apoyo de la ola en favor de Claudia Sheinbaum influyó en el resultado.
Fernández es bien visto por algún sector empresarial, el cual podría buscar su mediación para acercarse a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ya que al parecer, el otro grupo fuerte de Morena, encabezado por Clara Luz Flores, ha perdido hegemonía dentro de este partido.
Es cierto que el 2027 hoy se ve lejano, sin embargo, vivimos en un país en donde cada vez más las campañas van iniciando más temprano que nunca, sobre todo porque se busca construir una narrativa de largo plazo que desemboque en una campaña creíble para la gente.
Por lo pronto ya hay tres apuntados a participar en la contienda gubernamental de ese año, habrá que estar atentos a la forma en que se desenvuelven estos actores políticos que pudieran tener un futuro en las lides electorales de Nuevo León.