Raúl Guajardo Cantú
Hemos comentado en distintas ocasiones que el gobernador Samuel García gusta de doblar la apuesta cuando la jugada inicial no le funciona, ahora que parece inminente un juicio político para buscar su destitución, lo que antes se hacía de forma más o menos discreta, lo realizó a la luz del día.
Después de que el pasado fin de semana la presidenta electa se manifestara en contra de la destitución del gobernador del estado, al parecer Samuel vio una puerta abierta y se lanzó sin dudas hacia ella, de ahí la publicación en sus redes sociales de la reunión que sostuviera en días pasados con los senadores electos Judith Díaz y Waldo Fernández.
Porque, aunque lo quieran manifestar como una reunión institucional, la realidad es que en política no hay casualidades y en medio de los rumores que corren, algunos de los cuales ubican a cualquiera de los dos senadores electos en la silla que hoy ocupa Samuel, la foto de la reunión pudiera querer decir que ya se llegó a un acuerdo, ya sea para que Samuel continúe al frente del gobierno estatal, o para que sea uno de los dos senadores morenistas quien lo sustituya y lo proteja en caso necesario.
Ahora toca postergar la decisión del juicio político todo lo que se pueda hasta llegar a la próxima legislatura local en la cual la mayoría del PRI-PAN ya no será la necesaria para destituir al gobernador, a menos de que convenza a quienes formaron la coalición “Sigamos Haciendo Historia” la cual tendrá un buen número de diputados (11). Por eso los legisladores naranja no se aparecen por el congreso, para no hacer el quorum necesario.
Es, en todos sentidos, una fuga hacia adelante, con la que Samuel busca evitar las situaciones complejas en las cuales se encuentra debido a las decisiones que tomó en lo que va de su mandato, varias de ellas derivan de su postura de creer que ser gobernador es la jefatura de todo el espectro político estatal, lo cual evidentemente no ha sido así.
Pero fugarse hacia adelante tiene costos y deja descubiertas las espaldas, así que seguramente en 2027 las facturas se acumularán y habrá que saldarlas, so pena de vivir un séptimo año de terror. Por supuesto, esto en caso de que su estrategia actual sea exitosa.
Una de las facturas seguramente será la entrega del gobierno estatal a Morena y sus aliados, si Luis Donaldo Colosio tenía alguna aspiración a constituirse en gobernador de Nuevo León, ahora tendrá más cuesta arriba el camino de lo que estaba hace unos meses.
Así es que mientras tanto los ciudadanos, si no queremos ser simples espectadores a los cuales no sirve de nada las intrigas palaciegas, debemos presionar a los legisladores, al propio gobernante y a los partidos que aspiran al triunfo electoral en 2027 para que satisfagan las necesidades de un estado en el cual los problemas continúan ahí, a la espera de que alguien haga su trabajo.
Una fuga hacia adelante que traerá consigo también, costos para los demás actores políticos, sobre todo para algunos que no alcanzaron fuero.