Raúl Guajardo Cantú
Con el nombramiento de Pedro Arce ya como Fiscal General del Estado, puesto que había ocupado como encargado de despacho durante los últimos 2 años, se hace más evidente la incapacidad para negociar que existe entre la clase política del estado.
El Poder Judicial está repartido entre panistas y priistas y el próximo Congreso local podría cargarse en contra del gobernador en la medida en que este no sepa negociar adecuadamente con la bancada de los partidos que compusieron la coalición Sigamos Haciendo Historia, que tendrá por lo menos 12 de 40 diputados, los cuales pudieran hacer toda la diferencia del mundo a la hora de un intento de sanción máxima en contra de Samuel en los procesos que tiene pendientes.
Como ya lo hemos dicho, más que con un carácter político todo esto se debe resolver con criterios jurídicos, ya que lo que está en juego no solo es la gubernatura, sino lo que esta significa en términos de bienestar para los ciudadanos.
Si la resolución se presenta en términos políticos, seguramente veremos alianzas de todo tipo que tendrán como consecuencia la repartición de cotos de poder que fortalecerán a los partidos, pero que poco o nada en cuanto a beneficios significarán para los nuevoleoneses.
Que Samuel García ha cometido errores en su actuación como gobernante es innegable, algunos de ellos de gran magnitud que le han valido que incluso el TEPJF y la SCJN instruyan al Congreso para que impongan la pena que consideren conveniente ante estas pifias del gobernador.
Que deberá ser sancionado, no hay duda, porque aunque algunos lo duden, todavía la ley es la ley y constituye el código de actuación que como sociedad nos hemos impuesto para poder vivir en paz y civilizadamente. No hacer caso a la ley es vivir en un régimen en el que la consigna es que el más fuerte prevalece.
Samuel se equivocó y tendrá que pagar las consecuencias, pero ello no significa que quienes cosechen triunfos debido a ello sean los otros partidos o, incluso, los grupos de poder que existen en ellos.
Se trata de que seamos los nuevoleoneses quienes logremos mejores niveles de vida gracias al trabajo de quienes nos representan, al menos en teoría, ya que no los elegimos para que se representaran a sí mismos.
Los próximos meses, dos o tres, pueden resultar definitivos para Samuel, quien tanto puede seguir la suerte de gobernadores que fueron destituidos de sus cargos, como puede ser sancionado e intentar recomponer su sexenio.
A los ciudadanos lo que debe importarnos es que los proyectos que están en curso en los ámbitos de movilidad, de evitar escasez de agua como la que vivimos en años anteriores y, por supuesto, mejorar la seguridad, todo ello sin olvidar la creación de condiciones necesarias para que continúe el crecimiento económico que ha caracterizado a Nuevo León.
Esperamos que las cosas continúen para bien, que el círculo que parece estarse cerrando en torno a Samuel no constituya un retroceso para los ciudadanos.