mar. Dic 10th, 2024

La palabra “tóxico o tóxica” es muy popular hoy en día, con ella se describen desde relaciones de pareja hasta lugares de trabajo. Esto ocurre en una época en donde las redes sociales se han convertido en plataformas de denuncia, el mercado laboral está cambiando derivado de las nuevas generaciones y de que, después de la pandemia, muchas personas reordenaron sus prioridades.

Según la encuesta Work in America 2024 de la American Psychological Association (APA), el 15% de los colaboradores calificó su lugar de trabajo como tóxico. Además, el 59% dijo que su empleador considera el entorno laboral más saludable de lo que realmente es. Por otro lado, el 39% teme repercusiones por revelar alguna condición de salud mental.

“Es importante distinguir que no toda regla laboral es sinónimo de toxicidad. Pedir puntualidad, silencio en ciertas áreas o justificar ausencias no constituyen prácticas tóxicas.

Un trabajo es verdaderamente tóxico cuando la cultura organizacional, los líderes o incluso, los mismos compañeros propician un ambiente que desgasta la salud mental y disminuye el sentido de pertenencia de todo el equipo”, explica Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.

Prácticas como el abuso de poder, el liderazgo deficiente, el acoso laboral, las expectativas poco claras, la falta de comunicación, el fomento de la competencia desmedida y el individualismo, así como la resistencia al cambio son señales de un ambiente tóxico de trabajo.

“Cuando una empresa se vuelve tóxica, las consecuencias no tardan en aparecer y sus efectos pueden ser graves, por ejemplo, colaboradores desmotivados y menos comprometidos, lo cual disminuye la calidad de su trabajo y rendimiento. Además, elevados costos de rotación, ya que cada salida implica gastos significativos en procesos de reclutamiento, capacitación y adaptación de nuevos trabajadores. Sin olvidar el costo reputacional que daña, sobre todo, la atracción de talento”, detalla Cárdenas.

En la actualidad, las empresas enfrentan el desafío de adaptarse a una nueva fuerza laboral que valora el equilibrio, el respeto y la inclusión. Aquellas que se esfuercen por crear un ambiente sano ganarán colaboradores más comprometidos, productivos y leales, lo que beneficia tanto a la cultura interna como a la imagen de la organización.

Por Admin

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