Los discípulos no sólo estaban exhaustos, acababan de tener una jornada sobrehumana repartiendo el alimento a más de 5 mil personas sin contar mujeres y niños, ahora iban a donde Jesús los mandó y se desató una tormenta.
Hay ocasiones en que todo parece contrario y violento, y te sientes azotado una y otra vez por cosas que están fuera de tu alcance, el panorama está tan oscuro que no puedes ver más allá de tu nariz y sientes que desmayas, entonces, tu humanidad te asalta: ¿por qué Jesús no está aquí?
¿Por qué no reprende al mar de confusión que me marea y me quiere ahogar en el sufrimiento? Por qué no le dice a estos vientos que me sacuden: ¡calla, enmudece!
Jesús se había apartado para orar por sus discípulos, y también se ha apartado para orar por ti, así como rogó al Padre por Pedro.
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Lucas 22:31-32
Jesús está orando para que en esta prueba que estás pasando, tu fe no falte, y una vez que termine y recuperes la confianza, ayudes a tus hermanos a permanecer firmes y fieles a Dios.
Esta prueba de hoy es tu testimonio de mañana. Jesús y el Espíritu, están intercediendo por ti, resiste.
Misión: Recordar que Jesús no se aparta de mí, aunque no lo pueda ver.
¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.
Mateo 14:24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
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