Cosas del Tony

Por: Antonio Sánchez R.

Un proyecto lanzado hace muchos, muchísimos años, mismo que por equis o ye razones no se ha podido concretar, el gobierno Fosfo-Fosfo quiere implementarlo a rajatabla, sin medir consecuencias y, peor aún, sin contar con los elementos que garanticen resultados tangibles, especialmente cuando se aprecia que todo es un verdadero caos.

Estamos hablando del servicio de transporte público, mismo que en tan sólo tres años, ha empeorado su estatus, pues de malo ha pasado al nivel de pésimo, de mala calidad, con unidades insuficientes y con un precio que lo coloca si no en el más caro, sí entre uno de los más caros del país.

La intención de Samuel García y compinches que le acompañan es eliminar el cobro en efectivo, para que todo sea a través de tarjetas electrónicas, con lo que de paso le estarían dando en la torre a la famosa Tarjeta Feria, la cual marcó la pauta en eso del pago electrónico.

Pero en esto, hay mucho, muchísimo mar de fondo, pues al mismo tiempo que se elimina el pago en efectivo, se le aplicará al usuario un asalto al bolsillo, pues se ha anunciado ya un incremento a la tarifa oficial, misma que se incrementará gradualmente cada mes, hasta llegar a 22 pesos.

Desafortunadamente, las protestas y las inconformidades de la gente no han sido suficientes para detener esta alucinación de nuestro imberbe gobernante, quien un día sí y el otro también, se va metiendo en un berenjenal que lo va dejando muy lastimado para lo que resta de la segunda mitad de su mandato.

La cosa no para ahí. La “genial” idea del “Chame” y compinches es cancelar la tarifa preferencial, esto es, estudiantes y personas de la tercera edad tendrán qué pagar lo mismo que el resto de los usuarios, esto es, una tarifa pareja, nomás para que vayan pensando en las dimensiones del golpe a la economía de la comunidad en general.

Todo esto se da en un contexto en el que cada vez se pone en evidencia con mayor claridad, la ineficiencia del gobernador para resolver de manera adecuada la problemática existente no sólo en el transporte urbano, sino en todas y cada una de las áreas de su administración.

Aunque parecía que se había dado un “entendimiento” entre el gobierno y la legislatura local, tal parece que no se llegó a nada, ya que a los pocos días de haber enviado el presupuesto de egresos, mismo que había sido aprobado en comisiones, terminó provocando el enojo del FosfoGober, pues se lo regresaron con algunas correcciones, sobre todo en cuanto a los recursos asignados a los municipios, algo que el buen Chame acostumbraba hacer a “discreción”, esto es, a unos sí y a otros no, según se hayan “portado” los alcaldes.

Y bueno, tras la rabieta del FosfoGober, como no queriendo la cosa, se dio a conocer que aún se encuentra pendiente el juicio político en su contra, asunto en el que la legislatura deberá dar una resolución a la mayor brevedad posible y se dice que, dadas las circunstancias, esa resolución podría ser una amarga sorpresa para el “gober mentor” (por aquello de que les enseñaría cómo gobernar).