sáb. Ene 18th, 2025

Cada mañana, me despierto con sed no solo en mi boca sino también en mi alma y mi espíritu y hay un clamor de mi interior que requiere conectarse con mi Dios. 

Una noche tuve un sueño triste en el que me sentía avergonzada, apartada, acusada y señalada por el pecado. Y cuando desperté mi alma estaba callada, no clamaba como otras mañanas. 

Así que me quise volver a dormir porque en mi cuerpo recordaba la alegría que hoy no tenía. Entonces mi alma despertó y cantó: su trono Él dejó, su amor me alcanzó, el infinito Dios ¡mi Salvador! A Jesús seguiré, pongo en Él mi mirada, veo su gran amor y canto sus alabanzas, a Jesús seguiré.

Y recordé que a pesar de todo el dolor y pena que sentía por mis pecados, Jesús fue capaz de bajar de Su trono y majestad en los cielos para venir a salvarme de todo ese peso que estaba intentando destruirme, por amor. Así que, conmovida por tanto amor, decidí seguirlo otra vez, y hacer lo que Él me diga.

Muchas personas pueden encontrarse en situaciones similares, y si tú has experimentado el amor de Jesús que suple todas tus necesidades, ponlo en práctica.

Baja del trono en el que Dios te ha puesto y corre a ayudar a alguno, por amor de Dios.

Pon tu fe en acción y ayuda a quien lo necesite.

Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?

¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

 Santiago 2:15-16

Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
Facebook e Instagram, @InstruccionesPersonales 

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *