Dip. Héctor Morales Rivera
Un día como hoy, el 31 de enero de 1824, el segundo Congreso Constituyente del país emitió el documento conocido como Acta Constitutiva de la Federación. Ahí nace la República Federal de México.
Dicha acta fue acordada por los integrantes del Congreso Constituyente entre ellos nuestro diputado que fue, Servando Teresa de Mier. En el Acta que se comenta se menciona al diputado Mier como representante de “el Nuevo León”, es decir ya sin hacer alusión al reino y anticipando el nombre que meses después se daría a nuestra entidad.
Este aniversario es importante para todos los mexicanos y hoy lo recordamos, desde la Comisión Especial para la Conmemoración del Bicentenario Constitucional del Congreso del Estado, porque fue un antecedente fundamental para la creación de Nuevo León como estado parte de la federación.
En 1821, la antigua Nueva España adquirió su independencia, entrando en una etapa de definición del rumbo. El acta de independencia emitida por Iturbide hablaba del imperio mexicano, luego se habló de la regencia, en 1822 se formalizó el imperio y en 1823 se disolvió…
En noviembre de 1823 se instaló el segundo Congreso General Constituyente. El día 20, la Comisión de Constitución ahora encabezada por Miguel Ramos Arizpe presentó el proyecto de acta constitutiva, iniciándose los debates al respecto.
En el debate del día 11 de diciembre, el diputado Mier pronunció su célebre discurso conocido como “de las profecías” de la federación. donde advertía acerca de los excesos del federalismo y del centralismo.
El propio padre Mier preguntó al ayuntamiento de Monterrey acerca de lo que convenía en el nuevo régimen para el entonces llamado estado interno de oriente. El ayuntamiento fue de la opinión de que se hiciera un nuevo estado que incluyera las cuatro provincias. El doctor José Francisco de Arroyo, del cabildo eclesiástico de Monterrey consultado al respecto opinó, en un escrito amplio publicado en la capital de la república, estar contra de hacer estados muy grandes, que luego puedan aspirar a independizarse, inclinándose porque tanto Santander como Nuevo León formaran un estado cada uno y Coahuila y Texas fuera otro estado.
El 29 de enero ya de 1824 se propuso y aprobó que Santander se convirtiera en estado con el nombre de Tamaulipas. En ese debate inicialmente el diputado Mier insistió en la propuesta de que se hiciera un solo estado con las cuatro provincias y luego de aprobado lo de Santander, varió su opinión en el sentido de que Nuevo León fuera también un estado, lo que quedaría pendiente de definir.
El Acta Constitutiva de la Federación contenía 31 artículos divididos en los siguientes apartados: Forma de gobierno y religión, División de Poderes, Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial, Gobierno Particular de los Estados, con los mismos tres poderes y Prevenciones Generales.
Aprobada por el Congreso, se firmó por los diputados y y se sancionó por parte del Supremo Poder Ejecutivo, el mismo 31 de enero de 1824, dando nacimiento así al sistema republicano, representativo, federal.
Establecida la federación mexicana y el sistema representativo, se pudo avanzar en la creación de nuevas entidades federativas e instituciones que serían ratificadas al expedirse la Constitución Federal el 4 de octubre de ese mismo año 1824.
El acta fue firmada por todos los diputados integrantes del Congreso General Constituyente, encabezados por su presidente José Miguel Guridi Alcocer, diputado por Zacatecas y por los diputados secretarios Juan Bautista Morales, diputado por Guanajuato y Juan Cayetano Portugal, diputado por Jalisco. Por Nuevo León firmó el célebre Padre Mier.
El acta fue sancionada por el Supremo Poder Ejecutivo provisional integrado por el presidente José Mariano Michelena, Miguel Domínguez y Vicente Guerrero y fue comunicado al ministro de Relaciones Interiores y Exteriores Juan Guzmán para circularlo y darle debido cumplimiento.
En el periódico El Águila Mexicana se señalaba que aquel día haría época en la historia, “debe ser el último de nuestras desavenencias y desgracias y el primero de nuestra paz y felicidad”. “se solemnizó aquel acto con salva de artillería y repique general de campanas, manifestándose en los semblantes y en las espresiones (sic) de todos los mexicanos, el júbilo mas puro, al ver llegado el momento por el que tanto han suspirado”. Concluía diciendo: “¿Quien podrá perturbar nuestra paz? ¿quien romperá nuestro pacto? Nadie absolutamente: somos independientes, somos libres y lo seremos hasta el fin de los tiempos…” Así nació nuestra república y nuestro federalismo.