Por Salvador Hernández LANDEROS
En la década de los 70as, se formó el Consejo Cívico de las Instituciones de
Nuevo León AC, institución de contrapeso a lo oficial.
El CCINLAC agrupó a la CANACO, CAINTRA, COPARMEX y otras
instituciones y uno de sus dirigentes fue José Luis “El Coco” Coindreau.
Ese Consejo Cívico fue censor de acciones de gobiernos de entonces. La
sociedad lo adoptó como suyo por la probidad de sus dirigentes.
En los años venideros surgieron otras agrupaciones ciudadanas, por ejemplo,
VERTEBRA y otras más que cayeron en la politización.
Sus dirigentes aprovecharon su postura crítica para pasar a formar parte de
las nóminas oficiales, tanto municipales como estatales.
Con el milenio y nuevos gobiernos, como novedad política surgieron los
Consejos Ciudadanos para la Seguridad Pública, Obras, Transporte y otras.
Algunos Consejos, agrupaciones y Ongs han servido de tapadera de
gobiernos estatales y municipales, perdiéndose la credibilidad.
Por ello mismo hace unos 15 años, con un “Ya basta”, la sociedad unida salió
a las calles para manifestarse contra las autoridades y exigir acciones.
En algunas ocasiones la ciudadanía se ha concentrada en la Macro-Plaza para
protestar por las desapariciones y la inseguridad.
Recientemente se han dado manifestaciones contra los feminicidios, la
corrupción oficial, el alza de tarifas camioneras y ahora por La Huasteca.
El grito de batalla ha sido siempre el “Ya basta” de esto. “Ya basta” de lo
otro. Y eso no ha bastado. Sigue la misma cosa.
La realidad es que con el “Ya basta”, no basta. ¿Qué sigue? ¿Qué hacemos?
chavalolanderos@yahoo.com.mx