Alfredo Maza | El Sol de México
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó sobre el fallecimiento de Rosario Ibarra de Piedra, luchadora social, pionera en la búsqueda de desaparecidos en México y primera mujer en competir por la presidencia de la República.
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A través de su cuenta oficial de Twitter, el organismo encargado de la defensa de los derechos humanos en el país lamentó el deceso de quien calificó de pionera en la defensa de las garantías individuales del país, la paz y la democracia en México.
María del Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra, nació en el año de 1927 en la ciudad de Saltillo, Coahuila.
Uno de los hechos más notorios en su vida es que fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982 y 1988 por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores. Sin embargo, ante el triunfo de Carlos Salinas de Gortari en 1988 se unió al sector político que acusó un fraude electoral.
Pese a lo anterior, el hecho que marcó su vida fue la desaparición forzada de su hijo Jesús Piedra Ibarra, acusado de ser presunto guerrillero del grupo conocido como “Liga 23 de septiembre” quien, en 1974, con solo 19 años, fue detenido de manera ilegal en Monterrey por agentes policiales que lo entregaron a elementos del ejército.
Fue debido a este suceso que Ibarra de Piedra comenzó su lucha como activista fundando en 1977 el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, que sería reconocido como el Comité ¡Eureka!
Esta organización se encargó de exigir justicia y un alto a la impunidad de delitos cometidos durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, organizando a madres y padres buscadores en lucha.
Según la propia CNDH, desde su creación este Comité ha logrado la ubicación de más de 148 personas y justamente a este movimiento se le atribuye la famosa frase de lucha social “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
A la cabeza de Ibarra Piedra, el Comité realizó diversas huelgas de hambre en las que pedía Amnistía para los presos políticos y la presentación con vida de los desaparecidos.
Una de las más icónicas ocurrió el 28 de agosto de 1978, cuando decidieron hacerlo en la Catedral Metropolitana, a un costado de Zócalo, a pesar de que tan solo 10 años antes este lugar había sido prohibido para las manifestaciones sociales por el Gobierno.
“Habían pasado ya 10 años del 68; ningún movimiento popular pisaba este sitio desde entonces. Nosotras entendimos que era clave que rompiéramos ese cerco mental que nos hacía pensar en nuestro Zócalo como algo intocable”, dijo la propia Ibarra de Piedra en entrevista con la periodista Blanche Petrich para La Jornada.
Derivado de esta misma lucha social fue que en 1978 el presidente José López Portillo decidió promulgar la Ley de Amnistía, que puso en libertad a mil 500 pesos políticos, permitiendo el regreso de 57 exiliados al país.
De igual manera, Ibarra de Piedra es reconocida por ser una de las promotoras de las reformas constitucionales y legales a favor de los derechos humanos en México y en contra de la tortura y desaparición forzada. Debido a esta labor fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años de 1986, 1987, 1989 y 2006.
En 2019, a sus 92 años, el Senado de la República aprobó otorgarle la Medalla de Honor Belisario Domínguez, como un reconocimiento por su labor como activista y defensora de los derechos humanos por más de cuatro décadas, medalla que dejó en custodia del presidente Andrés Manuel López Obrador hasta esclarecer las desapariciones del país.