Por Raúl Robledo
Clamor del pueblo de Nuevo León ante el “tarifazo”
Lo del incremento a las tarifas camioneras a 17 pesos, es una mentada de madre de parte del gobernador Jaime “El Bronco” Rodríguez Calderón a “la raza que paga, pero no manda”, y aquí sólo hay de dos sopas o al mandatario estatal le faltan atributos masculinos o bien es parte del negocio y “no puede darse un balazo en el pie”.
Y es que es tanta la falta de autoridad que se observa, que uno no se explica el por qué se permite este abuso de parte de algunos transportistas urbanos que se amparan en una presunta autorización que data del 2013 cuando gobernaba el estado Rodrigo Medina de la Cruz de triste memoria.
El clamor de la gente de Nuevo León por la ineficiencia del gobernador Rodríguez Calderón, ya llegó directamente a oídos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su reciente visita a Nuevo León, escuchó la queja sobre el transporte.
De inmediato “le bateó” el problema al mandatario, quien fiel a su estilo, sólo se dedicó a “patear el bote” y señalar que estaba negociando apoyos federales y subsidios a los combustibles, entre otras cosas, pero sin resolver nada .
Ahora que ya se cumplió la amenaza de los envalentonados transportistas de aumentar “por sus pistolas” las tarifas camioneras sin sufrir por ello alguna sanción, se hace más creíble el rumor que va creciendo, en el sentido de que Jaime Rodríguez es parte de la nueva mafia del transporte urbano, al lado del alcalde de Pesquería Miguel Ángel Lozano Munguía y otros líderes que en su momento defeccionaron de la CTM.
Y aquí también se imponen las comparaciones, como cuando a don Alfonso Martínez Domínguez pretendieron “calarlo” los transportistas urbanos y de inmediato les retiró las unidades, hasta que recapacitaron; a lo mejor a Jaime le falta lo que al ex gobernador le sobraba.
De nueva cuenta la gente clama por una autoridad fuerte, que meta en cintura a los abusivos concesionarios, que les recuerde, el transporte es un servicio público que les fue concesionado, por lo que se les puede revocar la concesión.
Mientras tanto las dos líneas que tiene el sistema colectivo de transporte Metro, están en ruinas y representan un grave riesgo para los pasajeros, al grado de que se ordenó bajar la velocidad para evitar accidentes ante el deterioro del sistema y la Ecovía está en ruinas, mientras la línea tres del metro, no tiene para cuando. Los transportistas felices, no tienen mayor competencia.
Afortunadamente este lunes feriado en que se aplicó la arbitraria tarifa, estaba en Nuevo León la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien de primera mano pudo enterarse y palpar el descontento de los nuevoleoneses con su débil y oportunista gobernador, que dicen vino a hacer negocios, no a gobernar.
Los empresarios también ya levantaron débilmente la voz, para señalar que la ineficiencia en el transporte ya se refleja en una baja en la productividad de sus negocios, y tal vez porque les convenga un gobierno débil no hayan reclamado con más vigor.
Un dubitativo Secretario General de Gobierno, Manuel González Flores como dice una cosa, dice la otra y lo último fue que se incrementará dos pesos la tarifa sin la tarjeta Feria, es decir al pago en efectivo y que siguen buscando apoyos.
Mientras tanto los habitantes de Nuevo León claman por el auxilio federal, pues señalan que el transporte es sólo la punta de iceberg de una situación caótica que impera en el estado, donde hay ausencia de autoridad gubernamental y piden al Presidente AMLO que ponga un poco de atención a nuestro estado y vea que remedio se puede poner a esta situación que puede llevar a la ingobernabilidad total.
Por si esto fuera poco el ineficiente director de la Agencia Estatal del Transporte, Jorge Longoria Treviño acaba de ser nombrado Presidente de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM) en Puerto Vallarta, como reconocimiento a la reestructura del transporte en ese puerto mexicano, tomando como ejemplo el modelo aplicado por el gobierno de Nuevo León. ¡Hágame usted el favor!.