Por Salvador Hernández LANDEROS
A 119 años de su muerte, se asienta con mayor fuerza entre una sociedad actual, el grito de Oscar Wilde: “Los homosexuales dominaremos el mundo”. Para los estudiosos del dramaturgo que exploran ese pronunciamiento, se vuelve todo un misterio el determinar si fue una profecía, predicción o sentencia.
Nada tenía que ver con Michel de Nótre-Dame, Nostrodame, latinizado como “Nostradamus”, quien ha sido el más renombrado autor de las profecías.
El homosexualismo, sin ser homofóbico, macho o misógino, hoy está permeado en el Mundo y en todos los niveles de la sociedad y sectores público y privado. Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde, escritor y poeta irlandés que vivió 46 años, fue una celebridad de la época victoriana y murió en Francia. (1854-1900) Son obras literarias: “La importancia de llamarse Ernesto”, “El Retrato de Dorian Gray” y su teoría sobre la filosofía estética, base del “dandismo”.
A los 41 años, en 1895, por su homosexualidad fue privado de la libertad. Por ser lo que se conoce hoy como joto, maricón o gay, se encarcelaba dos años. En la actualidad hay una libertad plena, se han modificado o implementado Leyes para que las personas del mismo género legalicen una relación de pareja.
Esta tendencia social se ve común en el espectáculo, deporte y comunicación, pero también muy riesgosa y perversa en lo sindical, político, policial y clerical.
El escritor Rafael Loret de Mola despertó el morbo y suspicacias con su libro “Los Escándalos”, en el que destapó el homosexualismo de muchos políticos. Loret le vino a dar otra connotación al significado de la palabra “Cofradía”, la cual se emplea actualmente para definir a los grupos o asociaciones gays.
México no es la excepción y mucho menos Nuevo León, cuyos miembros de las cofradías ocupan cargos públicos (de sobra se sabe quiénes) y empresariales. Lo bueno que hoy no es 27 de mayo de 1895, cuando se castigó a Oscar Wilde a dos años de prisión y trabajos forzados por su amor a Lord Alfred Douglas.
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