David Casas
Monterrey, N. L- Nuevo León mantiene presiones presupuestales ante la llegada de unos 90 mil migrantes anuales que se quedan a vivir aquí.
Está corriente migrante demanda para los gobiernos estatal y municipal servicios públicos, educación, salud y seguridad, explica Waldo Fernández, encargado del despacho de la Coordinación Ejecutiva del gobierno de Jaime Rodríguez.
“Somos un Estado donde la ONU ha reconocido que las personas que vienen a vivir a Nuevo León se integran en la sociedad. Se habla de 90 mil personas que anualmente vienen a vivir aquí, algo así como un Cadereyta (municipio donde se localiza la refinería de Pemex), cada año se va creando en diferentes poblaciones”.
En este sentido, se tienen que realizar anualmente esfuerzos presupuestales extraordinarios ante la presión económica que esto genera.
Está migración de diversas entidades del país, obliga a Estado y Municipios a una presión económica importante para atender la demanda de los nuevos ciudadanos.
“Estamos haciendo esfuerzos presupuestales que se requieren, esto le genera una presión económica a los Estados y Municipios”, revela Fernández.
“Los municipios tienen problema de que tienen que darles servicios públicos, Estado tiene que dar educación, salud, seguridad y lo estamos haciendo”.
En los últimos cinco años los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos y que no lo logran se han avecindado en Nuevo León por lo que albergues diversos les otorgan apoyo para pernoctar y comer.
Decenas de ellos, deambulan en los cruceros para pedir ayuda económica a los automovilistas, mientras un sector de los ciudadanos se quejan de presuntos asaltos y robos.
Para el sociólogo Raúl Rubio, los migrantes son ya una realidad que habita en la zona metropolitana pero a acepta que la falta de un oficio les impide laborar formalmente mientras que su condición migratoria también es un impedimento por lo que pasan a ser un grupo vulnerable.