Por Salvador Hernández LANDEROS
Este fin de semana se celebra en el País el Día del Compositor. En televisión y radio rendirán homenaje a destacados autores de la música mexicana.
Desde la sociedad primitiva, como medio para expresar estados de ánimos, la música ha estado estrechamente vinculada al desarrollo de la humanidad.
Alegría, inquietud, tristeza y vivencia han servido de inspiración a compositores como Manzanero, Juan Gabriel, Lara y muchos otros exitosos mexicanos.
Millones habrán de recordar las melodías preferidas actuales que a través de sus intérpretes han escuchado, sobre todo aquellos que rondan los 60 años de edad.
Hay canciones muy variadas. Rancheras, boleros, baladas y miles de títulos. En lo personal quiero recordarles una, muy propia por lo que hoy vivimos.
Humanidad, es una inspiración del compositor chiapaneco Alberto Domínguez Borrás. Nació en 1912 y murió en 1975, siendo el cuarto de 18 hermanos.
Su legado musical fue exitoso, no solo a nivel nacional. Fue reconocido a nivel mundial a través de sus mil 300 interpretes, como Glenn Miller y Ray Charles.
Un tema exitoso fue “Frenesí”. Pero “Perfidia”, le dio fama internacional, pues sirvió de fondo musical para 16 películas, entre ellas, la clásica “Casablanca”.
Sin duda, fue uno de los autores más completos con temas como “Al son de la Marimba”, “Hilos de Plata”, “Eternamente”. Sus temas dieron vuelta al mundo.
Para los tiempos actuales, pareciera que Alberto Domínguez fue profético para lo que la humanidad está viviendo a causa de la pandemia por el Covid.19.
“Humanidad” es una canción que uno de sus estribillos dice: “Humanidad, hasta dónde nos vas a llevar; por tu trágico sino ¿cuál ser mi destino?”
PD: Adjunto la letra de “Humanidad”, composición de los años 50
HUMANIDAD
Oye lo que yo te canto,
perlas de mi llanto
para tu collar.
Sabes que te quiero mucho
y quien nos separa es la humanidad.
Humanidad, hasta dónde nos vas a llevar;
por tu trágico sino
¿cuál será mi destino?
Humanidad, yo de sangre te he visto teñir,
pobrecito del mundo,
pobrecito de mí.
Si rodando los dos por el mundo
un encuentro nos diera el ocaso,
sólo un beso, tal vez un abrazo,
te daré, nada más te daré.
Humanidad, hoy de ti me separa el deber,
quiera Dios que mañana
nos volvamos a ver.